(Por: Rubén Limas Telles)
Es, fue y será una fecha histórica para el país y la democracia. A pesar que propios (algunos) y extraños quieren ocultar su significado, ocultarlo, se avergüenzan quizás de ello, pocos nos empeñamos en ponerla sobre el tapete; de hecho solo dos actos, recuerdo hemos hecho en AD y, los dos realizados en Valencia, dirigidos por nuestros equipos.
Rescatar la memoria histórica es imprescindible para el rescate de la democracia. Resaltar lo malo que ha pasado, para que nadie olvide, pero sobre todo resaltar lo bueno, para que esto origine sentimientos y afectos de cambio.
Esta fecha es para nosotros los adecos, la única revolución demócrata que se ha dado en el país. Se dieron hechos significativos como los fue: el voto de la mujer, analfabeta y mayores de 18 años. Antes de la revolución de octubre, se escogía al presidente en un conciliábulo por tercer grado.
La Junta Revolucionaria de Gobierno tuvo como objetivo principal lograr la elección del Presidente de la República por vía del voto directo y secreto de todos los venezolanos, pero además lograr el establecimiento de la democracia. A pesar de 10 años de interrupción por el golpe militar de Marcos Pérez Jiménez, del año 1958 al 1998 se dieron los únicos 40 años de gobierno civiles que tuvimos en el país. Digan lo que digan fueron años de desarrollo y progreso. Siempre he señalado que la democracia no era perfecta pero era perfectible, tuvo sus errores que fueron exaltados por nuestros enemigos, pero fueron mayores los aciertos.
La Revolución de Octubre sorprendió a todos, a pesar de que se rumoraba un golpe de Estado; nadie pensaba que suboficiales y civiles – pocos civiles, entre ellos Betancourt- dieran el golpe al gobierno del General Isaías Medina Angarita.
La otra sorpresa la dio la propia decisión de Betancourt de que ningún miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno pudiera postularse como candidato presidencial en 1947. Este es quizás el mayor gesto de desprendimiento que hace Betancourt, quién pudo hacerse con la continuidad del poder. Pero consciente de su papel ante la historia, tomó esa decisión. A lo mejor de manera puramente especulativa, sí Rómulo Betancourt hubiese decidido participar en la primera elección directa, universal y secreta para elegir al Presidente de la República, otro “gallo hubieses cantado”. Sin embargo lo que resaltó aquí, es el espíritu democrático, plural, de alternabilidad en el poder, que caracterizó a este líder fundamental del siglo XX; sobre todo cuando ahora vemos todo lo contrario, quienes alcanza el poder se eternizan en él, realizando cualquier maniobra para no abandonarlo. Una de las tantas diferencias que tenemos con los de turno en el poder, especialmente cuando despectivamente algunos sectores pretende hacer similitudes con nuestra organización AD.
Pero no sólo se dieron esos aspectos políticos que hemos señalado brevemente hasta aquí, sino además profundas reformas económicas, sociales, culturales y de moral en la administración pública. Vale mencionar la lucha contra la corrupción que data desde 1830 hasta nuestros días. Ninguno de aquellos que formaron la Junta Patriótica de Gobierno, fueron señalados de corrupto en ese trienio adeco de la Revolución de Octubre. Dieron un verdadero ejemplo de honestidad en la administración de la hacienda pública. Esta es otro de los aspectos importantes de esa revolución. No llegaron para quedarse y tampoco para robarse el dinero de los venezolanos.
Se dio un impulso importante a la educación y salud de los venezolanos; analfabeta y diezmado por enfermedades, nuestro pueblo está en el atraso, con altos índices de morbilidad y mortalidad. Se construyeron escuelas y hospitales. Se tomó la decisión considerada por nosotros más antiimperialista en el negocio del petróleo: “fifty – fifty”; donde se le reducían las ganancias a las empresas petroleras transicionales y permitía mayor ingreso de dinero a las arcas del estado, que servirían a su vez para la inversión social y económica del país.
No me alcanzan los caracteres para hablar de esta revolución democrática, que en nada se parece a la “socialista del siglo XXI”. Aquella construyó, sin expropiar, medrar o aniquilar.
Este Miércoles 18 de Octubre se cumplieron 78 años de aquella “Revolución Demócratica” , quisimos trasmitir estas ideas a través de un programa de televisión, pero por razones de complicaciones de salud de la presentadora, tuvimos que suspenderlo; y quise entonces escribir por aquí está líneas para recordar esa fecha, que no debe borrarse de la mente de los venezolanos. Alguien quizás pudiera preguntar: ¿Y cómo se come eso?, yo diría: con historia de la buena, la que dio pasó a 40 años de crecimiento y desarrollo del país. Debemos recordarla, para saber que antes de esta espantosa crisis que vivimos, tuvimos años buenos, no perfectos, pero en todo caso mejores que estos actuales.
Debemos seguir buscando en ella – la historia – las cosas buenas y repetirlas.
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