Kamala Harris y Donald Trump están empatados en el voto popular, 48 por ciento a 48 por ciento, según el último sondeo nacional del The New York Times y Siena College, mientras Harris tiene dificultades para superar a Trump en un electorado que parece imposible e inamoviblemente dividido.
El resultado, que llega a menos de dos semanas del día de las elecciones, y cuando millones de estadounidenses ya han votado, no es alentador para Harris. En las últimas elecciones, los demócratas han tenido ventaja en el voto popular, incluso cuando han perdido el Colegio Electoral y, por tanto, la Casa Blanca. Han estado esperando que Harris construyera una fuerte ventaja nacional como señal de que le iría bien en estados de tendencia electoral incierta tan críticos como Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
Harris y Trump siguen efectivamente empatados incluso después de tres de los meses más tumultuosos de la reciente historia política estadounidense. Un debate sonado, dos atentados contra la vida de Trump, decenas de mítines en siete estados disputados y cientos de millones gastados en publicidad han hecho aparentemente poco por cambiar la trayectoria de la contienda.
La posición de Harris, en todo caso, puede haber descendido entre los posibles votantes desde la última encuesta del Times/Siena College, realizada a principios de octubre. En aquel momento, tenía una ligera ventaja sobre Trump, 49 por ciento frente a 46 por ciento. El cambio está dentro del margen de error, pero el promedio nacional de sondeos del Times también ha registrado un estrechamiento en las encuestas de las últimas semanas, lo que da a entender, como mínimo, que esta contienda se ha estrechado aun más.
Aunque esta última encuesta del Times/Siena College ofrece una visión del sentimiento nacional, las elecciones presidenciales se decidirán en los siete estados disputados a los que Harris y Trump han dedicado la mayor parte de su tiempo y recursos. La mayoría de las encuestas en esos estados —Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin— sugieren que la contienda está igual de reñida.
Hay destellos de esperanza en esta última encuesta nacional, tanto para Trump como para Harris. Para Trump es la inmigración: el 15 por ciento de los encuestados señalaron la inmigración como su principal problema, frente al 12 por ciento.
Trump ha machacado a Harris sobre el historial del gobierno de Joe Biden en esta cuestión —ha prometido llevar a cabo “la mayor deportación de la historia de Estados Unidos”— como mensaje final de sus discursos y anuncios de campaña. Los votantes, por un margen de 11 puntos, dijeron que confiaban más en Trump que en Harris para tratar el tema de la inmigración.
“Lo siento, no estoy de acuerdo con que los ilegales y los refugiados entren en el país”, dijo Sandra Remiker, de 51 años, republicana de Barron, Wisconsin, quien dijo que pensaba votar por Trump. Y añadió: “Si no podemos ayudar a nuestra propia gente, a nuestros propios veteranos que viven en la calle, no deberíamos ayudar a otros países”.
Y los votantes siguen siendo pesimistas sobre la dirección del país, una medida que históricamente ha sido una señal de peligro para el partido en el poder. Solo el 28 por ciento de los encuestados dijo que el país iba en la dirección correcta. Trump ha pintado repetidamente un panorama sombrío del país durante la presidencia de Biden y Harris.
El porcentaje de estadounidenses que dijeron que Trump, de 78 años, es demasiado viejo para ser presidente se mantuvo en el 41 por ciento, prácticamente sin cambios desde julio, incluso después de que una serie de discursos y apariciones incoherentes en la campaña dieran lugar a una oleada de preguntas, incluidas críticas directas de Harris, sobre la agudeza mental y la forma física del expresidente.
La encuesta incluía también algunos signos alentadores para Harris. Ha acortado distancias con Trump en economía, que sigue siendo el principal tema para los votantes. En la encuesta del mes pasado, Trump aventajaba a Harris en 13 puntos sobre qué candidato podría gestionar mejor la economía. Esa ventaja se ha reducido a 6 puntos porcentuales.
“Al menos ella tiene un poco más de experiencia en el gobierno”, dijo Luis Mata, un independiente de San Antonio que dijo haber cambiado de opinión y decidido apoyar a Harris tras ver su debate con Trump. “Sé que Donald Trump fue nuestro presidente durante un mandato, pero, antes de eso, no creo que tuviera realmente demasiada experiencia aparte de ser un hombre de negocios”.
Harris también tiene una ventaja de 16 puntos sobre Trump sobre qué candidato haría un mejor trabajo a la hora de proteger el acceso al aborto, un tema central de su campaña, mientras trata de conseguir apoyo entre las votantes femeninas.
Y Harris aún tiene margen para crecer. Alrededor del 15 por ciento de los votantes se describen a sí mismos como no totalmente decididos, y Harris va a la cabeza con ese grupo, 42 por ciento a 32 por ciento. Hace dos semanas, Trump tenía una ventaja mínima con los votantes indecisos o persuadibles, 36 por ciento a 35 por ciento.
“Ambos no son grandes candidatos y estoy indeciso sobre si voy a votar; no me gusta ninguno de los dos”, dijo Christopher Morgan, independiente de 33 años de Atlanta. Pero añadió: “Si tuviera que hacerlo, probablemente votaría por Kamala Harris. No me gusta Trump porque siento que ha violado la democracia. Debería rendir cuentas por lo que ocurrió el 6 de enero”.
La encuesta reveló que el 9 por ciento de los estadounidenses que dijeron que ya habían votado se inclinaban mayoritariamente por Harris, un 59 por ciento frente a un 40 por ciento. Esto concuerda con la ventaja que históricamente han tenido los demócratas en el voto anticipado y por correo, aunque este año hay indicios de que los republicanos, a diferencia de 2020, están votando anticipadamente en un número inusualmente elevado.
Este último sondeo, como la mayoría de los realizados por el Times/Siena en los últimos tres meses, demuestra que el electorado está polarizado y congelado. Ha habido pocos cambios en algunas de las preguntas clave utilizadas para medir el sentimiento de los votantes.
Harris era vista favorablemente por el 46 por ciento del electorado tras el retiro de Biden; en esta última encuesta es vista favorablemente por el 48 por ciento. Trump era visto favorablemente por el 47 por ciento de los encuestados cuando Biden abandonó; ahora es visto favorablemente por el 48 por ciento de los encuestados.
La diferencia entre hombres y mujeres es más marcada que nunca. Harris aventaja a Trump entre las mujeres por un 54 por ciento frente a un 42 por ciento, mientras que Trump aventaja a Harris entre los hombres por un 55 por ciento frente a un 41 por ciento. No ha habido prácticamente ningún cambio en estas cifras a lo largo de esta breve contienda.
Larrissa Alexander, 27 años, republicana de Atlanta, dijo que votó por Biden en 2020, pero que decidió oponerse a Harris esta vez por la forma en que Harris gestionó la inmigración como vicepresidenta de Biden.
“Me decepcionó mucho su respuesta al problema de la inmigración”, dijo. “Y cuando fue elegida por primera vez, esa fue una de las cosas de las que se le encargó ocuparse. Y aceptó esa responsabilidad. Y luego, cada vez que se le preguntaba o presionaba al respecto, solo respondía con mala actitud”.
La encuesta reveló que los votantes están tan divididos en las elecciones al Congreso como en las presidenciales: el 48 por ciento dijo que pensaba votar por un republicano para el Congreso en su distrito, mientras que el 48 por ciento dijo que apoyaría a un demócrata. La Cámara de Representantes, actualmente bajo estrecho control republicano, está en juego en estas elecciones.
Esta pregunta es una medida aproximada de la lucha por el control; la cuestión de qué partido controla la Cámara de Representantes se reducirá al resultado en un pequeño número de distritos congresuales indecisos.