Por ALMUDENA CALATRAVA Associated Press
BUENOS AIRES (AP) — En un intento por retomar la iniciativa en contra del gobierno del presidente Javier Milei, la principal central sindical argentina lleva a cabo el jueves el tercer paro nacional de 24 horas contra las políticas de ajuste oficialistas, lo que afecta a la mayoría de los vuelos, parte del transporte urbano y las actividades en escuelas y hospitales públicos.
El paro de la Confederación General del Trabajo (CGT) transcurre de forma dispar. En Buenos Aires los trenes de pasajeros y el metro no circulan, mientras que la mayoría de los aviones permanecen en tierra en los dos aeropuertos. Muchas escuelas públicas no imparten clases y los hospitales funcionan con servicios mínimos. Tampoco hay actividad en los bancos ni recolección de residuos.
Pero los autobuses circulan con normalidad por la negativa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de sumarse a la protesta mientras discute con el gobierno el reclamo de incremento salarial planteado por los choferes. Asimismo, las grandes cadenas de supermercados y los comercios abrieron sus puertas.
La estatal Aerolíneas Argentinas informó que ha cancelado 258 salidas de vuelos nacionales e internacionales, lo que afectará a cerca de 20.000 pasajeros.
Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, afirmó que se registra «un 100% de acatamiento» de la huelga. El sindicalista señaló que los pilotos «ven cómo (el gobierno) ataca la línea de bandera y la matriz productiva, rompiendo la industria».
Milei, un ultraliberal de extrema derecha que asumió el gobierno en diciembre de 2023, reaccionó a los cuestionamientos posteando en su cuenta de X —antes Twitter—una imagen en la que está reunido con sus ministros. Todos muestran los dedos pulgares hacia arriba, el gesto que caracteriza al mandatario.
Además, el presidente compartió otros mensajes celebrando la visita del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, a Buenos Aires el próximo lunes, en la que, según Washington, reafirmará «el pleno apoyo de Estados Unidos a las audaces reformas económicas» de Argentina.
El gobierno consideró la huelga a «un ataque a la república» en un mensaje difundido por altavoz en las estaciones de trenes. «La casta sindical atenta contra millones de argentinos que quieren trabajar», dice el mensaje.
El primer paro general de la CGT contra Milei fue en enero de 2024, a poco más de un mes de asumir, y el segundo en mayo de ese año. Después, el Ejecutivo inició una tregua con varios dirigentes sindicales que le permitió evitar medidas de ese tipo, hasta ahora.
El gobierno no piensa torcer el rumbo económico y considera a los sindicalistas «mafiosos» que apenas tienen representatividad en la sociedad argentina.
La huelga fue convocada además en reclamo de negociaciones salariales sin límites y aumentos para jubilados y pensionados. Es secundada por otras dos centrales sindicales que agrupan, entre otros, al gremio de los trabajadores públicos.
Milei viene aplicando desde que asumió un austero plan económico que implicó unos 42.000 despidos en el sector público, según datos oficiales, y reducciones de presupuesto y subsidios en distintas áreas para asegurar el superávit fiscal y desacelerar la inflación.
Rodolfo Aguiar, de la Asociación Trabajadores del Estado, dijo que «esta es la medida de mayor consenso en rechazo a las políticas del gobierno».
«Veo que el león (Milei) tambalea, está mareado el presidente. Nos declaró la guerra a los estatales… tengo la sensación de que un año después el pueblo empezó a tomar conciencia de que esa motosierra sobre el Estado en realidad era la motosierra sobre cada uno de los derechos de la sociedad. Los estatales curamos, educamos, juntamos la basura», afirmó Aguiar.
Los sindicalistas también critican el nuevo acuerdo que el gobierno ha negociado con el Fondo Monetario Internacional para afrontar los pagos de la deuda, sanear el balance del Banco Central, recuperar la confianza de los inversores y eventualmente eliminar las restricciones a la compra de divisas, que será puesto a consideración de su directorio en pocos días.
«Fueron al Fondo a renegociar los vencimientos y endeudarnos cada vez más», dijo Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT.
El paro fue precedido la víspera por una movilización en Buenos Aires de esa central sindical, organizaciones sociales izquierdistas y fuerzas políticas opositoras que acompañaron a diversas agrupaciones de jubilados en la protesta que realizan todos los miércoles frente al Congreso en reclamo de un aumento de sus mermados ingresos.
Los sindicatos sostienen que más allá del «relato económico» del gobierno destacando sus logros en el combate al déficit y la desaceleración de la inflación, los trabajadores, jubilados y pensionados apenas llegan a fin de mes en el marco de un mercado laboral precario y debido a los magros ingresos que reciben.
Central sindical argentina encabeza huelga general de 24 horas, la tercera contra el ajuste de Milei
