Por VANESSA GERA Associated Press
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Los cardenales participan en un cónclave secreto y sagrado por segundo día mientras buscan un nuevo pontífice que suceda a Francisco. El cónclave comenzó el miércoles por la tarde, pero una primera ronda de votaciones produjo una fumata negra en la chimenea instalada sobre la Capilla Sixtina.
Los 133 cardenales que participan en las votaciones intentarán de nuevo el jueves elegir al próximo papa que guie a la Iglesia católica romana, que cuenta con 1.400 millones de fieles, en un momento de agitación global.
A continuación, algunas cosas que debe saber sobre la elección del 267mo pontífice de la Iglesia católica.
¿Por qué se celebra el cónclave ahora?
El cónclave se convocó después del fallecimiento de Francisco el 21 de abril, a los 88 años. Hubo un lapso entre su muerte y el cónclave para celebrar el funeral y el entierro, así como para un periodo de luto. También era necesario dar tiempo a los cardenales para que llegasen a Roma desde todos los rincones del mundo y para que se conocieran antes de entrar en el cónclave, un ritual antiguo lleno de misterio y tradición.
¿Qué sucede en un cónclave?
Los cardenales están aislados del mundo mientras están en el Vaticano, entre sus residencias y la Capilla Sixtina, donde votan en secreto —y en silencio— bajo el famoso fresco de Miguel Ángel de «La creación de Adán» y su monumental «Juicio Final».
El proceso —ficcionado en el thriller político de 2024 «Cónclave»— se dice que está guiado por el Espíritu Santo y está diseñado para ser tanto contemplativo como libre de interferencias externas.
Para mantener el secreto y la seguridad, la Santa Sede pide a los cardenales que entreguen sus celulares durante la duración del cónclave y desactiva la cobertura móvil en el Vaticano. También emplea inhibidores de señal alrededor de la Capilla Sixtina y del hotel Domus Santa Marta y la residencia adyacente donde duermen los cardenales para impedir el espionaje y la comunicación con el mundo exterior.
¿Señales de humo blanco o negro?
Los cardenales electores emiten su voto en papeletas y la votación continúa hasta que un candidato obtiene una mayoría de dos tercios, u 89 votos. Después de la votación, las tarjetas se queman en una estufa especial: si sale humo negro quiere decir que no hay decisión, mientras que el de color blanco significa que se ha elegido un nuevo papa.
Los electores deben tener menos de 80 años y son más diversos que nunca en cuanto a su procedencia geográfica. Representan la creciente presencia del catolicismo en África, Asia y América Latina, así como su base de poder tradicional en Europa.
¿Cuánto dura?
El cónclave más largo de la historia duró casi tres años, pero es razonable suponer que este será mucho, mucho más corto.
Los cardenales apuntaron esta semana que esperan un cónclave breve, aunque probablemente se necesitarán varias rondas de votación.
Durante la mayor parte del último siglo, se han necesitado entre tres y ocho votaciones para elegir papa. Juan Pablo I —quien gobernó la Iglesia durante 33 días en 1978— salió en la tercera votación. Para dar con sucesor, san Juan Pablo II, se necesitaron ocho. Francisco fue elegido en la quinta en 2013.
¿Quiénes son los candidatos?
No hay candidatos oficiales al papado, pero algunos cardenales son considerados «papables», es decir, que reúnen las características necesarias para asumir el cargo.
Después de que san Juan Pablo II rompiera el dominio italiano sobre el papado en 1978, las opciones se han ampliado considerablemente y ahora se considera que cardenales de países lejanos tienen probabilidades. Los últimos tres papas han sido de Polonia (Juan Pablo II), Alemania (Benedicto XVI) y Argentina (Francisco).
De los 133 cardenales que se espera que voten en el cónclave, 108 fueron nombrados por Francisco. Es posible que sientan comprometidos a continuar con su legado, aunque el difunto pontífice no eligió a los prelados basándose en la ideología, sino más bien por sus prioridades pastorales y su diversidad geográfica.
¿Qué sucede después de elegir nuevo papa?
Una vez que un candidato recibe los votos necesarios y acepta, elige el nombre que tendrá como pontífice y entra en la «Sala de las lágrimas» —llamada así por el peso emocional de la responsabilidad que tiene por delante— para ponerse las vestiduras papales.
Minutos más tarde, es presentado al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la proclamación en latín: «Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam!», o «Les anuncio una gran alegría: ¡Tenemos papa!».
A continuación se revela su nombre de bautismo, en latín, seguido por el nombre papal que ha elegido.
Una línea que se remonta a san Pedro y Jesús
Cada nuevo papa es considerado un sucesor de san Pedro, el apóstol que los católicos creen que fue designado por Jesús como el líder de la Iglesia. En el Evangelio de san Mateo, Jesús le dice: «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia», un versículo que forma la base bíblica para el papado.
Según la tradición, Pedro viajó a Roma para difundir el mensaje cristiano y fue martirizado allí durante el reinado del emperador Nerón, alrededor del año 64 d.C., en plena persecución a los cristianos. Se dice que fue crucificado boca abajo a petición propia, porque se consideraba indigno de morir de la misma manera que Jesús.
La Basílica de San Pedro se erige sobre lo que se cree que es su tumba.
¿Por qué es importante el papa más allá de la Iglesia católica?
Aunque el papa lidera una institución religiosa, su influencia va mucho más allá. Juan Pablo II desempeñó un papel fundamental en el apoyo al movimiento Solidaridad en su Polonia natal y en alentar la resistencia ante el dominio soviético en Europa del Este. Muchos atribuyeron a su liderazgo moral el haber contribuido a acelerar el final de la Guerra Fría.
Francisco, el primer pontífice latinoamericano, se convirtió en una voz destacada en cuestiones globales, desde el cambio climático hasta la migración y la desigualdad económica. Hizo un llamado a la compasión hacia los refugiados, advirtió sobre los peligros del nacionalismo e instó a tomar medidas para proteger el planeta, posturas que transcendieron más allá de los muros de la Santa Sede y que, en ocasiones, lo enfrentaron a líderes políticos.
Un nombre que marca la dirección del papado
La primera señal de las prioridades del nuevo papa estará en el nombre que elija.
Un Francisco II podría señalar la adopción del legado de Francisco de priorizar a los pobres y marginados, mientras que un Pío insinuaría una restauración tradicionalista. ____
La cobertura religiosa de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable del contenido.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
Qué saber en el segundo día del cónclave para elegir al próximo papa
