Por NICOLE WINFIELD Associated Press
ROMA (AP) — León XIV rezó el miércoles para que el mundo reconozca la urgencia de la crisis climática y «escuche el clamor de los pobres», mientras ofició la primera misa papal utilizando un nuevo conjunto de oraciones y lecturas inspiradas en el legado ambiental de Francisco.
La misa, en los jardines del nuevo centro educativo ecológico del Vaticano ubicado en la residencia papal de verano en Castel Gandolfo, marcó una fuerte continuidad con Francisco, quien hizo de la protección medioambiental un sello distintivo de su pontificado.
León, que llevaba vestimentas de color verde intenso, presidió la liturgia frente a una imagen de la virgen María y al pie de un estanque reflectante en los exuberantes jardines del recinto, en un día de verano inusualmente fresco. Dijo que el mundo necesita cambiar su mentalidad sobre el planeta y lo que está causando «que el mundo arda».
«Debemos rezar por la conversión de tantas personas, dentro y fuera de la iglesia, que aún no reconocen la urgencia de cuidar nuestra casa común», dijo. «Vemos muchos desastres naturales en el mundo, casi todos los días y en tantos países, que son en parte causados por los excesos de ser humano, con nuestro estilo de vida».
Encíclica que inspiró un movimiento
A la misa privada asistieron unos 50 empleados del centro Laudato Si, bautizado así en honor a la encíclica ambiental de Francisco de 2015, en la que el primer papa del Sur Global criticó la forma en que los países ricos y las multinacionales han explotado la Tierra y a sus habitantes más vulnerables para obtener beneficios.
El pontífice aprobó la nueva fórmula de misa «para el cuidado de la creación», y ordenó que se añadiera al listado de 49 tipos de misas que se han desarrollado a lo largo de los siglos para cubrir necesidades u ocasiones concretas. Las autoridades explicaron que se elaboró en respuesta a los pedidos derivados de la encíclica de Francisco, que en sus 10 años ha inspirado todo un movimiento eclesial y una fundación para educar, abogar y sensibilizar al mundo sobre el llamado bíblico a cuidar la naturaleza.
León, el primer papa estadounidense de la historia, ha indicado que tiene la intención de continuar el legado ecológico de Francisco.
En su larga etapa como misionero en Perú, experimentó de primera mano los efectos del cambio climático en comunidades vulnerables y ya ha hablado sobre la necesidad de justicia climática, en especial para los pueblos indígenas. En un mensaje con motivo de la jornada anual de oración por la creación, León criticó que la «injusticia, las violaciones del derecho internacional y de los derechos de los pueblos, las graves desigualdades y la codicia que las alimenta están generando deforestación, contaminación y pérdida de biodiversidad».
Y no dejó lugar a dudas al señalar a los culpables, identificando «los cambios climáticos provocados por la actividad humana.»
Una misa en la catedral de la naturaleza
León ofició la misa del miércoles en los primeros días de sus vacaciones en Castel Gandolfo, un pueblo situado en la cima de una colina con vistas al lago Albano, al sur de Roma. El pontífice llegó el domingo y pasará allí dos semanas antes de regresar al Vaticano, para volver de nuevo en agosto.
Dijo que estaba celebrando la misa en «lo que podríamos llamar una catedral natural», rodeados de plantas, flores y naturaleza, y apuntó que la misión de la humanidad es la misma que la de Jesucristo: proteger la creación y traer paz y reconciliación al mundo.
«Escuchamos el clamor de la tierra, escuchamos el clamor de los pobres, porque este clamor ha llegado al corazón de Dios», manifestó. «Nuestra indignación es la suya, nuestro trabajo es el suyo».
El arzobispo Vittorio Viola, un funcionario del Vaticano que ayudó a elaborar la nueva fórmula litúrgica, apuntó que la misa del miércoles en los jardines fue «ideal» dada su importancia tanto natural como simbólica.
«La intuición que tuvo el papa Francisco fue pensar en este lugar como una especie de laboratorio Laudato Si, un lugar donde no se trata una ecología superficial, sino que proporciona una comprensión teológica de la creación que luego se convierte en acción», aseveró.
Vaticano sin huella de carbono
En otra señal de su compromiso ambiental, León indicó que planea ejecutar uno de los legados ecológicos más importantes de su predecesor: convertir en granja solar un terreno de 430 hectáreas (1,063 acres) en el norte de Roma que generaría electricidad suficiente para cubrir las necesidades del Vaticano y convertirlo en el primer estado neutral en emisiones de carbono del mundo.
El proyecto requeriría una inversión cercana a los 100 millones de euros (117 millones de dólares), según las autoridades, y necesita la aprobación del parlamento italiano ya que la parcela tiene un estatus extraterritorial que debe ampliarse.
El año pasado, Francisco encargó a una comisión de funcionarios del Vaticano el desarrollo del sitio de Santa Maria di Galeria, que durante mucho tiempo fue fuente de polémicas debido a las ondas electromagnéticas emitidas por las torres de Radio Vaticano instaladas allí.
León visitó el lugar en junio y dijo que era una «oportunidad maravillosa». En declaraciones a la televisora estatal italiana, RAI, señaló que el proyecto solar supondría «un ejemplo muy importante: todos somos conscientes de los efectos del cambio climático, y realmente necesitamos cuidar de toda la creación, como nos ha enseñado tan claramente el papa Francisco».
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
Papa reza para que el mundo reconozca la urgencia de la crisis climática en una misa con nuevo rito
