Por ALMUDENA CALATRAVA Associated Press
BUENOS AIRES (AP) — Las autoridades argentinas se encontraban el lunes abocadas al esclarecimiento del asesinato del líder de la barrabrava del club Rosario Central y de unos de sus laderos para evitar una escalada de la violencia en esa ciudad atravesada por el accionar de narcos que a su vez están vinculados con el mundo del fútbol.
Andrés “Pillín” Bracamonte, jefe de la hinchada violenta de Rosario Central, y su mano derecha Daniel “Rana” Attardo fueron acribillados el sábado a balazos cuando se trasladaban en una camioneta cerca del estadio Gigante de Arroyito poco después del partido que disputaron Rosario Central y San Lorenzo.
Las autoridades nacionales y las de la provincia de Santa Fe, donde se encuentra Rosario —a 300 kilómetros de Buenos Aires—, trabajan junto con los investigadores judiciales para “lograr un esclarecimiento de este hecho llamativo y preocupante”, dijo a periodistas Pablo Cococcioni, ministro de Seguridad santafecino.
“Vamos a poner todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que este hecho sea utilizado para un regreso al pasado. Nos costó mucho salir de una dura situación en la que cerramos los dos años anteriores con casi 300 homicidios dolosos en la ciudad y vamos a cuidar el máximo lo logrado en estos meses para que los rosarinos puedan vivir con tranquilidad”, aseveró el funcionario.
El doble crimen generó un gran impacto entre los rosarinos, que en los últimos meses habían visto con alivio cómo su ciudad, afectada desde hace dos décadas por la violencia delictiva, había recobrado algo de tranquilidad en el marco de un plan de seguridad coordinado entre el gobierno del presidente Javier Milei y el provincial. El llamado “Plan Bandera” incluye el reforzamiento de los patrullajes en los puntos más conflictivos de la ciudad y de la vigilancia a los capos narcos que están en prisión, desde donde intentan seguir controlando los hilos de su negocio.
Omar Pereira, secretario de Seguridad Pública del Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe, dijo a The Associated Press que se está trabajando en diversas hipótesis relacionadas con el doble asesinato, desde un ajuste de cuentas en el seno de la barrabrava de Rosario Central a una venganza proveniente de una hinchada de fútbol rival o de una banda narco.
“Bracamonte era un personaje con múltiples actividades en el ámbito delictivo, además de ser jefe de la barrabrava de Rosario Central… hasta ahora no hay mayores precisiones”, dijo Pereira.
Rosario es una ciudad atravesada por el crimen organizado. En la última década las peleas entre narcos por asegurar el negocio y la generada por barrabravas y otros grupos delictivos la convirtieron en la ciudad más peligrosa de Argentina, con un índice de homicidios cuatro veces superior el del promedio nacional.
En los primeros diez meses del año se produjeron 78 homicidios en Rosario, un 64,8% menos que en el mismo periodo de 2023, en gran parte gracias al “Plan Bandera”, según las autoridades santafecinas.
Los fiscales a cargo del caso creen que fueron tres los atacantes que mataron a sendos hinchas, quienes recibieron cinco balazos cada uno.
“Pillín” no podía ingresar al estadio cuando Rosario Central jugaba de local. Tenía prohibido entrar a las canchas del fútbol argentino desde 2018, por figurar en un listado de derecho de admisión implementado a nivel nacional.
Las casas de velatorios rosarinas no aceptaron el cuerpo de Bracamonte temiendo ser agredidas. “Ninguna de las cocherías requeridas por la familia aceptó prestar el servicio, probablemente sea trasladado directamente al cementerio”, señaló Pereira.
Argentina: autoridades intentan esclarecer el doble crimen de dos hinchas de fútbol en Rosario
- Google Ads -