(Por: Rubén Limas Telles)
Sorprendidos algunos en el país por la renuncia de los integrantes oficialistas del Consejo Nacional Electoral, y otros entre ellos “nosotros” no lo estamos. Porque ya sabíamos entre bastidores que se pensaba en esta acción desde hace unos meses atrás, argumentando – eso sí, no estaba claro – muchas razones. Y estando seguros los venezolanos que con este gobierno nunca sabremos la verdad verdadera, o cuando la digan de rodillas, nadie o muy pocos le creerán, solo nos queda espectacular.
No hay duda para el partido al cual milito – Acción Democrática – que el gobierno se la jugará todas para mantenerse en el poder. Harán lo que ellos consideren necesario, porque lo que está en juego no es una alcaldía o gobernación, lo que va a elecciones es la propia Presidencia de la República. Y ya empezaron, renunciaron sólo los oficialistas y será removido todo el CNE.
Ilusos seríamos si no pensáramos de esta manera. Nada, absolutamente nada será fácil para las elecciones presidenciales ¿ Condiciones electorales? Quiénes estén pensando en ella, pueden entonces sentarse a esperarlas, porque no llegarán.
Ahora bien, ¿ Que pasará con esta renuncia y la necesidad de una nueva elección de rectores del CNE? Que el gobierno propiciará su línea más dura, sus hombres o mujeres más radicales para asumir esta posición. Y eso es lógico pensarlo en la propia dinámica revolucionaria – quisiéramos estar equivocados – pero será así ¿Cuál sería el objetivo ? Mano dura en la conducción del CNE y cero concesiones, con la idea de incentivar la división opositora y desestimular la votación.
El gobierno tiene absolutamente claro que sí el pueblo hace dos cosas que ellos además permitan, como lo es: dejar inscribirse libremente en el REP a todos los jóvenes que no lo han podido hacer, y unas condiciones electorales ideales, perderán el poder. También ellos – oficialistas – saben que al perder la Presidencia, todo lo que vendrá serán derrotas electorales.
No nos cansaremos de señalar, que nunca tendremos condiciones electorales ideales para ir a unas elecciones verdaderamente democráticas, justas y libres con este gobierno.
Allí no se puede centrar nuestra estrategia ¡No! , no significa que no las exijamos, claudiquemos o nada de eso. Significa que pongamos los pies en la tierra, concientizando la estrategia oficialista.
¡Ahora bien! esa es su estrategia, la nuestra debe ser asumir una actitud más racional y menos emotiva. Debemos salir a motivar el voto en cada rincón del país pese a todas las circunstancias, utilizar la campaña para que cada dirigente o militante de organización política u otras formas de acción, visite cada rincón del país, recoja las angustias, necesidades, malestar del pueblo venezolano y lleve además una palabra de aliento y esperanza en el cambio que puede propiciar el voto. No hay de otra forma de salir del presidente Nicolás Maduro. Solo el voto masivo de un pueblo que la está pasando mal, es el único antídoto para que se produzca el cambio anhelado por la inmensa mayoría de los venezolanos.
Sí cometemos el error de llamar a la abstención nuevamente, pensando en condiciones electorales, les estaremos garantizando al pueblo 6 años más de sufrimiento. Esto, la verdad, no lo aguanta nadie. Queremos un cambio de gobierno, para mejorar las condiciones actuales por las cuales pasamos hoy los venezolanos.
A dejar de “pensar en pajarito preñado”; cómo y dónde nos las pongan, me refiero a las benditas condiciones electorales, debemos salir a votar masivamente, activar la economía de voto, y lograr que esa noche o madrugada, quizás, del día de la elección presidencial, escuchemos aquella famosa música de un televisora influyente otrora tiempo en el país, cuando habían noticias importantes que transmitirle a Venezuela. Esa noticia no puede ser otra si no la de un nuevo gobierno, que le abra las puertas de nuevo a Venezuela, a la reconciliación y el progreso.
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