Associated Press undefined
BUENOS AIRES (AP) — Los choferes de unas 300 líneas de autobuses que circulan en la zona metropolitana de Buenos Aires y otros distritos del país realizaban el martes un paro en demanda de un aumento salarial para contrarrestar la inflación.
La huelga de 24 horas fue convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en medio de un nuevo conflicto salarial con las cámaras empresariales del sector y luego de que la víspera fracasó la mediación del gobierno del presidente Javier Milei para que ese sindicato levantara la medida de fuerza.
No todas las empresas de autobuses se han plegado a la medida. La gente hacía largas colas para intentar subirse a las unidades que circulaban abarrotadas. Según estimaciones oficiales, los autobuses tienen unos 4,5 millones de usuarios sólo en la capital argentina y las populosas localidades de los alrededores.
Decenas de miles de pasajeros también resultarían afectados por el paro en varias provincias, como Misiones y Corrientes.
Las protestas de sindicatos y sectores vulnerables como los jubilados han recrudecido en las últimas semanas en Argentina.
El gobierno de Milei, un ultraliberal que desde que asumió hace un año y medio ha aplicado un fuerte ajuste y liberado tarifas de servicios que estaban congeladas, calificó el paro de extorsivo y sostuvo que toma de «rehenes» a los pasajeros. Cuestionó que el reclamo sindical de un sueldo básico de 1,7 millones de pesos (unos 1.400 dólares), que implica 40% de incremento, supera largamente la propuesta oficial.
El secretario general de la UTA, Gabriel Gusso, le replicó que «los trabajadores no llegan a fin de mes» y tienen «un panorama incierto con los aumentos de la luz, el gas y el agua». El sindicalista exigió que el gobierno modifique el tope de aumento de 1% que fijó en las negociaciones salariales entabladas con distintos sectores.
«La época de la esclavitud se terminó, tiene en la cabeza que somos esclavos y que es un emperador», sostuvo Gusso sobre el mandatario.
En el marco de su plan de austeridad, Milei logró bajar la inflación. Pero el alza de los precios tuvo un repunte de 3,7% en marzo, la medición más alta de los últimos siete meses, por el aumento en los costos de la educación y alimentos. El índice de precios al consumidor había marcado un 2,4% en febrero.
La UTA no se había plegado a la última y tercera huelga general contra el ajuste de Milei encabezada en abril por la principal central sindical del país esperando que prosperaran las negociaciones salariales.
Choferes de 300 líneas de autobuses paran en Argentina en reclamo de un aumento salarial
