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1. Establecer objetivos de representación de mujeres
En España, según el INE en el año 2023, el porcentaje de mujeres en los Consejos de Administración de las empresas del IBEX 35 es del 37,3%, 3,6 puntos superior al del año anterior. Esto nos da una visión de lo fundamental que es la actuación de las empresas en la promoción del liderazgo femenino. Para promoverlo, las empresas pueden establecer objetivos de representación de mujeres en los puestos de dirección y los consejos de administración. Para ayudarlas a hacerlo, en el Pacto Mundial de la ONU España contamos con el programa acelerador Target Gender Equality. A través de talleres prácticos, análisis de desempeño y aprendizaje entre iguales, esta iniciativa ayuda a las empresas tanto en el establecimiento de estos objetivos como de medidas para alcanzar la igualdad de género dentro de sus organizaciones.
Ejemplo de objetivos para la igualdad de género: Iberia
Entre 2018 y 2022, la aerolínea ha pasado de tener un 18 por ciento a un 30 por ciento de mujeres en los puestos de más alta responsabilidad y, dentro de su Plan de Diversidad, Equidad e Inclusión, Iberia se ha comprometido a incrementar el porcentaje de mujeres en puestos directivos hasta el 40 por ciento en 2025. Consulta este caso en nuestra plataforma de buenas prácticas de empresas.
2. Promover procesos de contratación y promoción sin sesgos de género
Promover procesos de contratación y promoción sin sesgos de género implica implementar prácticas que garanticen la igualdad de oportunidades para todos los candidatos, independientemente de su género. Esto incluye:
- Revisar de descripciones de puestos de trabajo para asegurarse de que están redactadas de manera neutral.
- Establecer criterios de selección objetivos basados en habilidades, competencias y experiencia relevantes para el puesto.
- Realizar procesos de evaluación basados en méritos
- Contar con comités de selección diversos en términos de género y experiencia para garantizar una evaluación imparcial de los candidatos.
- Ofrecer programas de desarrollo equitativos, brindando acceso igualitario a programas de capacitación, mentoría y desarrollo de habilidades.
- Hacer un seguimiento y análisis de datos desagregados por género en los procesos de contratación y promoción para identificar posibles brechas o sesgos y tomar medidas correctivas.
- Proporcionar formación y sensibilización sobre sesgo de género a los responsables de la toma de decisiones en materia de contratación y promoción.
Ejemplo: Currículum vitae anónimo del Instituto de las Mujeres
Un ejemplo de cómo llevar a cabo una contratación objetiva es a través de un currículum anónimo o ciego. En este sentido, el Instituto de las Mujeres llevó a cabo entre 2017 y 2019 una iniciativa dirigida al ámbito empresarial en la que las empresas firmantes se comprometieron a implantar en sus procesos de selección medidas que permitiesen eliminar los posibles sesgos que pudiesen persistir en los procesos de contratación de personal. Consulta este caso en nuestra plataforma de buenas prácticas de empresas
3. Ofrecer programas de desarrollo y capacitación para las mujeres
Ayudar a que las mujeres avancen también incluye dotarlas de las herramientas y el conocimiento necesarios para alcanzar su máximo potencial.
En concreto, los programas pueden incluir una variedad de actividades, como cursos de formación en habilidades técnicas y blandas, talleres de liderazgo o mentorías con líderes experimentados, entre otros. Pero, ante todo, es importante adaptar estos programas a las necesidades y aspiraciones específicas de las mujeres en la organización, brindando oportunidades para el desarrollo de competencias clave, la adquisición de nuevas habilidades y el fortalecimiento de la confianza y la autoestima profesional.
Ejemplo: el Programa de Desarrollo de Aceleración para Mujeres de Cellnex
A través de este programa Cellnex quiere promover una cultura inclusiva que apoye el desarrollo profesional de las mujeres que trabajan en el Grupo para acelerar su avance profesional y aumentar el número de mujeres en puestos de dirección mediante el desarrollo de competencias clave. Consulta este caso en nuestra plataforma de buenas prácticas de empresas .
4. Promover políticas de salario justo y equidad salarial
La brecha salarial de género persiste como un desafío en España, situándose en el 19,89%. De continuar este ritmo, se tardarían 50 años en eliminar esta desigualdad salarial. Por ello, es vital implementar medidas que garanticen salarios equitativos para hombres y mujeres que desempeñen trabajos de igual valor.
Por ejemplo, en el caso del IBEX 35, las empresas cotizadas hacen un ejercicio de transparencia respecto a la remuneración de sus plantillas por sexo y aún más importante, establecen objetivos para fomentar la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor.
Ejemplo: Brecha salarial Cero en TAISI
En TAISI consiguieron cerrar en 2020 la brecha salarial de género en la empresa. Esto lo lograron a través de diferentes medidas como la aplicación de un proceso de selección íntegro, el desarrollo profesional apoyado eficazmente por un plan de formación personalizado y la promoción interna y la adecuada aplicación del sistema de evaluación del desempeño, entre otras acciones. Consulta este caso en nuestra plataforma de buenas prácticas de empresas.
5. Apostar por la conciliación laboral
De acuerdo con la última Encuesta de Estructura Salarial (2021) del INE, 7 de cada 10 personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres, siendo las responsabilidades de cuidados la causa para el 16,5% de estas mujeres. Por ello, algunas estrategias efectivas para promover una mayor participación femenina en el mercado laboral implican facilitar la flexibilidad y conciliación laboral.
Por ejemplo, ofrecer horarios flexibles y teletrabajo o servicios de cuidado infantil asequibles pueden permitir a las mujeres equilibrar mejor sus responsabilidades familiares y laborales, lo que a su vez les brinda la oportunidad de mantener empleos de calidad mientras satisfacen sus necesidades personales.
Ejemplo: Servicio de guardería de Holaluz
En línea con el objetivo de conciliación vida laboral y personal, Holaluz fue la primera compañía eléctrica en obtener la certificación Baby Friendly Company. La empresa ofrece servicio de guardería desde noviembre de 2014 para ayudar a conciliar la vida personal y laboral de los padres y madres, además de soporte inicial para el acceso a los servicios de cuidado infantil y sesiones de orientación. Consulta este caso en nuestra plataforma de buenas prácticas de empresas.
6. Visibilizar el papel de la mujer en profesiones masculinizadas
Las profesiones masculinizadas son aquellas en las que predominan los hombres, mientras que las mujeres están subrepresentadas. Esta disparidad no solo limita las oportunidades laborales para las mujeres, sino que también perpetúa desigualdades económicas y sociales de género al relegarlas a roles tradicionalmente feminizados y menos valorados en términos de prestigio y remuneración. Por lo tanto, abordar el problema de las profesiones masculinizadas desde las empresas es fundamental para avanzar hacia la igualdad de género en el ámbito laboral y social.
En este sentido, las empresas pueden llevar a cabo campañas de sensibilización que destaquen y reconozcan públicamente a mujeres que hayan tenido éxito en profesiones masculinizadas para inspirar a otras y desafiar estereotipos de género.
Ejemplo: McDonald’s España da voz a mujeres que trabajan para el campo
McDonald’s realizó una campaña en marzo de 2023 para visibilizar la figura de la mujer vinculada al mundo agroalimentario, reivindicar su papel y agradecer su trabajo. Bajo el lema “Hoy el campo tiene voz de mujer”, dio voz a cuatro profesionales del sector agroalimentario contaron de primera mano a qué se dedican y los retos a los que se enfrentan. Consulta este caso en nuestra plataforma de buenas prácticas de empresas.
7. Dirigir el flujo financiero hacia la igualdad de género
Invertir en mujeres, por supuesto, implica asignar recursos estratégicamente para promover oportunidades y empoderamiento femenino. Las empresas pueden colaborar en esta tarea invirtiendo en negocios emprendidos por mujeres, financiando programas de desarrollo y capacitación de mujeres, desarrollando productos financieros inclusivos o adoptando criterios de género en la toma de decisiones financieras, entre otras medidas.