Designados por Trump tienen vínculos con empresas que podrían beneficiarse de privatizar pronósticos

Por BRIAN SLODYSKO y MICHAEL BIESECKER undefined
WASHINGTON (AP) — Como secretario de Comercio, Howard Lutnick supervisa los vastos esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para monitorear y predecir el clima.
El multimillonario también dirigía una firma financiera, que recientemente dejó bajo el control de sus hijos adultos, que podría beneficiarse si la administración del presidente Donald Trump sigue adelante con un esfuerzo republicano de una década para privatizar la previsión meteorológica gubernamental.
Las recientes inundaciones en Texas han puesto de relieve los recortes presupuestarios y la reducción de personal en el Servicio Meteorológico Nacional y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), dos agencias alojadas dentro del Departamento de Comercio que proporcionan al público datos climáticos y meteorológicos gratuitos que pueden ser cruciales durante desastres naturales.
Lo que ha llamado menos la atención es cómo la reducción de personal parece ser parte de un esfuerzo por privatizar el trabajo de dichas agencias. En varios casos, las empresas que llenarían el vacío tienen profundos vínculos con personas seleccionadas por Trump para dirigir agencias relacionadas con el clima.
La privatización disminuiría un papel central que el gobierno federal ha desempeñado en la previsión meteorológica desde el siglo XIX, lo que, según los expertos, representa un daño particular para aquellos que enfrentan dificultades financieras y que pueden no poder pagar datos meteorológicos comerciales.
El esfuerzo también revela la dificultad que los miembros ultra ricos del gabinete de Trump tienen para liberarse de conflictos, incluso si han cumplido con la letra de la ley de ética federal.
«Es el aspecto más insidioso de esto: ¿realmente estamos hablando de hacer que los productos meteorológicos estén disponibles solo para aquellos que pueden pagarlos?», declaró Rick Spinrad, quien se desempeñó como administrador de la NOAA bajo el presidente Joe Biden, un demócrata.
«¿Básicamente convertir el servicio meteorológico en un servicio de transmisión por suscripción? Como contribuyente, no quiero estar en la posición de decir: ‘Tengo un mejor pronóstico del tiempo porque estoy dispuesto a pagarlo'».
La Casa Blanca remitió las solicitudes de comentarios al Departamento de Comercio, que dijo en un comunicado que Lutnick ha «cumplido plenamente con los términos de su acuerdo de ética con respecto a la desinversión y recusaciones y continuará haciéndolo».
Los nominados de Trump tienen vínculos con industrias relacionadas con el clima
Privatizar las agencias meteorológicas ha sido durante mucho tiempo un objetivo de los republicanos. Durante la primera presidencia de Trump, firmó un proyecto de ley que utilizaba más datos meteorológicos privados. Y el Proyecto 2025, un plan propuesto para la segunda presidencia de Trump, pide que la NOAA se desmantele y que el servicio meteorológico «comercialice completamente sus operaciones de pronóstico».
Lutnick no es el único nominado por Trump para un puesto clave con estrechas relaciones con empresas involucradas en la recopilación de datos meteorológicos.
El elegido de Trump para dirigir la NOAA, Neil Jacobs, fue científico atmosférico jefe de Panasonic Weather Solutions y ha sido un defensor vocal de la privatización. El nominado del presidente para otro puesto importante en la NOAA, Taylor Jordan, es un cabildero con una lista de clientes relacionados con el clima.
«De ser confirmados, el doctor Jacobs y el señor Jordan seguirán la ley y se basarán en el consejo del asesor de ética del Departamento para abordar asuntos que involucren a antiguos clientes», indicó el Departamento de Comercio en su comunicado.
Elon Musk, el hombre más rico del mundo, quien gastó más de 250 millones de dólares para ayudar a elegir a Trump, posee una participación dominante en SpaceX y su subsidiaria de satélites Starlink. Ambos están regulados por la Oficina de Comercio Espacial de la NOAA, que perdió alrededor de un tercio de su personal en despidos de febrero facilitados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental, que Musk ayudó a crear.
SpaceX también se beneficiaría a través de una nueva generación de satélites meteorológicos privados y financiados por el gobierno federal que serían llevados a órbita en sus cohetes.
Aunque Musk ahora ha dejado Washington y tuvo una muy pública ruptura con Trump, los empleados del DOGE que contrató y los recortes que impulsó han permanecido en gran medida en su lugar.
Los correos electrónicos en busca de comentarios enviados a un abogado que ha representado a Musk, así como a contactos de medios en sus empresas X y SpaceX, no recibieron respuesta.
Mientras Musk se enfoca en sus empresas, otros con posibles conflictos permanecen inmersos en el trabajo gubernamental.
Lutnick dirigió Cantor Fitzgerald
Lutnick renunció como CEO de Cantor Fitzgerald, un gigante de la inversión, al asumir el cargo y comenzó la ardua tarea de desinvertir sus intereses, como exige la ley.
Sus dos hijos veinteañeros recibieron las riendas de su imperio financiero. Brandon Lutnick fue nombrado presidente de Cantor, mientras que Kyle Lutnick fue designado vicepresidente ejecutivo. Pero su declaración de ética más reciente del 19 de junio indicó que todavía estaba vendiendo sus participaciones en la firma.
Un plan de ética presentado en febrero establece que Lutnick solicitaría una exención que le permitiera participar en asuntos que tendrían un «efecto directo y predecible» en el negocio de su familia mientras desinvierte. Las presentaciones ante la Comisión de Bolsa y Valores, mientras tanto, muestran que Lutnick tiene acuerdos para transferir sus acciones en las empresas de Cantor y un fideicomiso familiar a su hijo Brandon.
El Departamento de Comercio remitió preguntas sobre los vínculos de Lutnick con Satellogic, una empresa de satélites que ofrece imágenes de desastres naturales, a su antigua firma.
Erica Chase, portavoz de Cantor, señaló que desde la renuncia de Lutnick de la empresa, no ha tomado decisiones con respecto a las inversiones de la empresa o posiciones de clientes, u otros asuntos operativos.
«Cantor y sus subsidiarias operan en industrias altamente reguladas y mantienen sólidos programas de cumplimiento para garantizar el cumplimiento de todas las leyes aplicables», aseguró Chase.
Los funcionarios federales tienen prohibido tomar decisiones que beneficien las participaciones comerciales de ellos mismos o de sus cónyuges, pero esa prohibición no se extiende a los activos en manos de sus hijos adultos, según Richard Painter, quien se desempeñó como abogado jefe de ética de la Casa Blanca durante la administración del republicano George W. Bush.
Entre su legión de negocios dispares, Cantor tiene intereses en asuntos climáticos y meteorológicos. Posee una participación mayoritaria en BGC Group, que opera un mercado de derivados climáticos que esencialmente permite a los inversores apostar sobre el riesgo climático y dónde tocarán tierra los huracanes.
Lutnick también desempeñó un papel fundamental en el cultivo de Satellogic. Ayudó a recaudar el capital para hacer pública la empresa y ocupó un puesto en su junta hasta que Trump lo nominó. Cantor posee aproximadamente un 13% de participación en Satellogic, según una presentación de la SEC de marzo.
La empresa ahora se presenta como un contratista federal emergente que puede ofrecer imágenes nítidas de desastres naturales y eventos climáticos en tiempo real, y en 2021 Lutnick dijo que ello «la deja en una posición singular para dominar la industria de Observación de la Tierra».
Mientras Lutnick aún estaba a cargo de Cantor, pagó una multa de 6,75 millones de dólares a la comisión bursátil después de ser acusado de hacer declaraciones engañosas a los inversores sobre Satellogic y otra empresa. El plan de gastos de la Casa Blanca para 2026, desarrollado por el director de presupuesto de Trump y principal arquitecto del Proyecto 2025, Russell Vought, propone recortes de 8.000 millones de dólares para futuros satélites de la NOAA, que capturan imágenes del planeta proporcionadas al público.
Satellogic se beneficiaría si el gobierno se retira de operar satélites de monitoreo climático.
Dos nominados de Trump tienen vínculos con empresas meteorológicas
Jacobs, el elegido de Trump para dirigir la NOAA, dirigió la misma agencia de manera interina durante el primer mandato de Trump.
Debe comparecer el miércoles ante una comisión del Senado que evalúa su nominación. Jacobs ha abogado durante mucho tiempo por un mayor papel del sector privado en la previsión meteorológica. Durante una audiencia de 2023 centrada en el futuro de la NOAA, argumentó que la agencia necesitaba «depender más del sector comercial».
También ha expresado preocupaciones sobre lo que sucede con los datos comerciales comprados por el gobierno. «Los regalan al resto del planeta de forma gratuita», testificó ante el Congreso en 2023.
Era consultor en ese momento para Spire Global y Lynker, ambos con contratos de datos meteorológicos por millones de dólares con la NOAA, según registros que incluyen su divulgación financiera más reciente.
Jordan, el elegido de Trump para otro puesto importante en la NOAA, tiene relaciones igualmente cercanas. Su divulgación financiera enumera más de una docena de clientes de cabildeo relacionados con el clima, incluidos Spire y Lynker. También representó a AccuWeather, un proveedor de pronósticos comerciales, ante el Congreso y en reuniones con el Departamento de Comercio sobre «asuntos relacionados con la mejora de los pronósticos meteorológicos del sector privado», según las divulgaciones de cabildeo.
Aunque su nominación está pendiente ante el Senado controlado por los republicanos, los informes de divulgación muestran que todavía representa a empresas climáticas y espaciales y todavía figura como empleado principal en una firma de cabildeo de Washington.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.