El Rey Felipe VI ha mostrado su sincera preocupación por la situación de inestabilidad que atraviesa Oriente Medio desde Jordania, hasta donde se ha desplazado para mantener un encuentro bilateral con el rey jordano, Abdalá II, además de conocer en primera persona algunos de los proyectos de cooperación que la AECID desarrolla en este país, epicentro de la acogida de refugiados palestinos. El jefe del Estado no ha querido pasar de puntillas por la fase de recrudecimiento en la región, coincidiendo con el primer aniversario de masacre que Hamás perpetró en suelo israelí y que derivó en una cruenta respuesta por parte de las autoridades hebreas.
Desde el Palacio Real de Al Husseiniya, erigido en 2006 por orden de su hijo, el actual rey Abdalá II, Felipe VI ha asegurado, a puerta cerrada, que ha aterrizado en Jordania “con el corazón encogido”debido al contexto tan difícil para Jordania y toda la región porque, ha dicho, es “inaceptable” que “de nuevo aquellos que optan por la guerra en vez de por la paz cambian el destino de millones de inocentes, acaban con sus vidas mientras que redibujan fronteras y desplazan poblaciones”. Unas palabras contundentes en las que el Monarca ha mostrado su solidaridad con las víctimas inocentes del conflicto isarelo-palestino y también con otros conflictos como la invasión rusa de Ucrania.
El Rey ha pronunciado estas palabras tras el recibimiento oficial en el Palacio Real jordano donde se ha reunido por primera vez desde que llegó de manera oficial con el Rey Abdalá II. Allí ha mantenido un encuentro bilateral con el monarca hachemita y un almuerzo de trabajo antes de abandonar el país y poner rumbo a España tras 24 horas en la capital jordana, Amán.
El Rey Felipe VI ha mostrado su sincera preocupación por la situación de inestabilidad que atraviesa Oriente Medio desde Jordania, hasta donde se ha desplazado para mantener un encuentro bilateral con el rey jordano, Abdalá II, además de conocer en primera persona algunos de los proyectos de cooperación que la AECID desarrolla en este país, epicentro de la acogida de refugiados palestinos. El jefe del Estado no ha querido pasar de puntillas por la fase de recrudecimiento en la región, coincidiendo con el primer aniversario de masacre que Hamás perpetró en suelo israelí y que derivó en una cruenta respuesta por parte de las autoridades hebreas.
Desde el Palacio Real de Al Husseiniya, erigido en 2006 por orden de su hijo, el actual rey Abdalá II, Felipe VI ha asegurado, a puerta cerrada, que ha aterrizado en Jordania “con el corazón encogido”debido al contexto tan difícil para Jordania y toda la región porque, ha dicho, es “inaceptable” que “de nuevo aquellos que optan por la guerra en vez de por la paz cambian el destino de millones de inocentes, acaban con sus vidas mientras que redibujan fronteras y desplazan poblaciones”. Unas palabras contundentes en las que el Monarca ha mostrado su solidaridad con las víctimas inocentes del conflicto isarelo-palestino y también con otros conflictos como la invasión rusa de Ucrania.
A continuación, el Jefe del Estado español, ha vuelto a agradecer al pueblo jordano su solidaridad y su papel de mediador en la región, un rol que lleva ejerciendo desde hace décadas. Históricamente, Jordania ha sido uno de los principales valedores de la causa palestina y ha ejercido un papel fundamental como valedor de la paz y ha trabajado constantemente como mediador y auspiciador de conferencias internacionales de paz en aras a poner fin a este conflicto enquistado ya durante decenas de décadas. Es, por ello, que el Rey Felipe VI ha puesto hincapié en España y Jordania “están unidas por un anhelo compartido de paz y una visión común de prosperidad para la región, arraigada en la convicción de que la única salida posible a este ciclo interminable de violencia reside en dos Estados, Israel y Palestina, que convivan en paz y estabilidad”.
Cabe recordar que el Gobierno español el pasado mes de mayo, en una decisión histórica, reconoció al Estado de Palestina junto con otros países europeos como Noruega e Irlanda. De hecho, este viaje, que decidió el Ejecutivo – que es quien dirige la política exterior de España- es un respaldo a esta postura. Durante su alocucción, el Rey parafraseó las recientes declaraciones de Abdalá en la Asamblea General de la ONU cuando pidió que ambos pueblos, tanto el israelí como los palestinos, “merecen vivir sus vidas con dignidad, libres de violencia y medio”.