La comunidad católica de la parroquia San Martín de Porres, en la urbanización Fundación Mendoza, al sur de Valencia, celebró con fervor la solemnidad del Corpus Christi, recordando el don de la Eucaristía como «centro y culmen de la fe».
El padre Wilmer Moyetones, párroco del lugar, destacó en su homilía, que Jesucristo, al instituir este sacramento, «quiso quedarse con nosotros en el pan y el vino, entregándonos su cuerpo, sangre, alma y divinidad».
La procesión tradicional, que por más de una década ha acompañado esta festividad, se vio modificada por las condiciones climáticas. Sin embargo, la Cofradía de los Diablos Danzantes de San Martín de Porres no dejó de conmemorar su ritual simbólico: la lucha del bien contra el mal. Aunque el recorrido por las calles del sector fue suspendido, los diablos y arreadoras, liderados por su capataz, realizaron tres danzas frente a las estaciones dispuestas dentro del templo y una última frente al altar, demostrando que «la oración y la presencia de Dios triunfan sobre las tentaciones».
La celebración inició el jueves 19 con una eucaristía donde se solicitaron los permisos para la participación de la cofradía. Pese a la adversidad, la fe y la tradición se impusieron, reafirmando el mensaje de que, como recordó el padre Moyetones, «al comulgar recibimos al mismo Dios, que nos fortalece para vencer el mal».
Nota de prensa/ Fotos Jacinto Oliveros / @jacin44