Por CAROLYN THOMPSON Associated Press
BUFFALO, Nueva York, EE.UU. (AP) — Un exagente de la DEA en Buffalo, Nueva York, fue declarado culpable de corrupción el jueves después de un segundo juicio por acusaciones de usar su puesto para proteger a narcotraficantes que creía relacionados con el crimen organizado.
El jurado declaró a Joseph Bongiovanni, de 60 años, culpable de siete de los 11 cargos que enfrentaba.
La fiscalía dijo que, durante al menos una década, Bongiovanni protegió a amigos de la infancia que se convirtieron en vendedores de droga y a otros sospechosos que tenían vínculos con el crimen organizado al darles aviso sobre investigaciones y falsificar reportes de la DEA. Fue acusado de recibir al menos 250.000 dólares en sobornos que, según la fiscalía, utilizó para adquirir artículos de primera necesidad, así como viajes y otros lujos.
“Este jurado determinó que era un agente federal corrupto”, dijo el fiscal federal adjunto Joseph Tripi en una rueda de prensa tras el veredicto, “y violó su juramento y su deber para proteger a aquellos a los que debería haber investigado y detenido”.
El caso arroja una luz negativa al proceso de supervisión de agentes de la DEA, en medio de una serie de escándalos de corrupción en la agencia. Bongiovanni es uno de por lo menos 16 agentes de la DEA que han sido acusados de cargos federales desde 2015. Muchos de los casos derivaron en sentencias de prisión, entre ellos los de dos exsupervisores de la DEA sentenciados en un escándalo de sobornos en Miami relacionado con la revelación de información de inteligencia a abogados defensores.
Bongiovanni fue declarado culpable de cuatro cargos de obstrucción a la justicia, así como de uno de asociación delictuosa para defraudar a Estados Unidos, asociación delictuosa para distribuir sustancias controladas y hacer declaraciones falsas a la policía.
El jurado lo absolvió de un cargo de soborno, y de cargos de fraude, conspiración y obstrucción.
El abogado de Bongiovanni, Robert Singer, dijo que apelaría.
El veredicto del jueves se produce después de que, en abril, un jurado declarara culpable al exagente de Buffalo de mentir a autoridades federales sobre un archivo de la DEA que tenía en su casa, pero no pudo llegar a ningún acuerdo en la mayoría de los otros cargos.