sábado, abril 19, 2025
24.5 C
Carabobo
DIARIO LA CALLE
BANNER-LA-CALLE-1100X150PX
DIARIO LA CALLE
previous arrow
next arrow

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad puede ser un «arma de doble filo»

Joseph Aquilina odia el término trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Cree que suena como una disfunción. Prefiere su propio término: hiperactividad por diferencia de atención.

Este londinense fue diagnosticado con TDAH a los 37 años, 16 años después de que le dijeran que padecía dislexia.

Durante mucho tiempo había pensado que sus dificultades de concentración, memoria y planificación se debían a eso, la dislexia, hasta que la gente a su alrededor empezó a hacerle más preguntas sobre su comportamiento.

El TDAH le fue detectado durante una tormenta perfecta de acontecimientos estresantes. A la par que tenía un trabajo, intentaba lanzar un nuevo negocio, estudiaba para obtener un certificado de posgrado, se convertía en padre y se cuestionaba sobre sus propias experiencias infantiles.

En este papel ha visto que es habitual que se diagnostique el trastorno en un momento de crisis, como le ocurrió a él. Las personas a las que asesora han estado en momentos en los que todo se puede derrumbar en sus vidas.

El alivio de un diagnóstico

El TDAH es un trastorno crónico del neurodesarrollo cuyos principales síntomas son la hiperactividad, la impulsividad y la falta de atención. Se calcula que afecta aproximadamente al 3% de los adultos.

Hay varias razones por las que el TDAH está muy poco diagnosticado, sobre todo en gente de mediana edad. El TDAH suele diagnosticarse por primera vez en la infancia, y un diagnóstico precoz conlleva mejores resultados.

Es frecuente que los adultos con el trastorno no diagnosticado hayan pasado toda la vida enmascarando sus comportamientos. Además, la mayoría de las personas con TDAH padecen otros conflictos mentales o del desarrollo neurológico, lo que dificulta el diagnóstico.

El infradiagnóstico es especialmente probable en niñas y mujeres, y en personas de minorías raciales, por razones como el diagnóstico erróneo que conllevan los estereotipos.

“La mayoría de las investigaciones sobre el TDAH se centran en los hombres”, dice Annette Björk, profesora de Ciencias de la Salud en la Universidad de Mid Sweden, en Reino Unido.

Los cambios en la vida pueden hacer que una persona se dé cuenta de que padece TDAH en la edad adulta. Un ejemplo es el embarazo, con sus desequilibrios hormonales y estrés. O a veces los padres a cuyos hijos se les diagnostica TDAH se dan cuenta de que ellos mismos tienen síntomas de TDAH, dice Björk. Sin embargo, puede que no se sientan perjudicados por ello.

En general, los pacientes y los investigadores destacan las muchas ventajas de un diagnóstico preciso del TDAH en la edad adulta.

“Tener un diagnóstico neurodivergente explica por qué puede resultarte difícil encajar socialmente”, dice Aquilina.

Para él, ser abierto sobre su diagnóstico de TDAH es útil “porque significa que puedes perdonarte a ti mismo las dificultades que tienes, y que otras personas también puedan hacerlo”. Otros adultos recién diagnosticados hablan de que se liberaron de un enorme peso y que avanzar hacia un tratamiento que puede facilitar las actividades cotidianas.

Björk ha trabajado con pacientes a los que no se diagnosticó TDAH hasta en los 50 años. Cree que incluso las personas mayores pueden obtener una valiosa comprensión de sí mismas a partir de un diagnóstico de TDAH.

Incluso ha visto que la comprensión y el apoyo con los adultos con TDAH pueden salvar vidas. Las personas con TDAH tienen una menor esperanza de vida, a causa del suicidio, los accidentes, el consumo de sustancias y otros problemas de salud.

Posibles inconvenientes

Pero ser diagnosticado de TDAH en la edad adulta también puede tener algunos inconvenientes.

Uno de ellos es el estigma que conlleva la etiqueta TDAH, que impide a muchas personas recién diagnosticadas revelarlo a sus superiores en el trabajo.

Según Blandine French, investigadora en psicología de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), el estigma puede adoptar diversas formas. Algunas personas se han esforzado tanto por normalizar el TDAH que bromean diciendo que todo el mundo lo padece, lo cual, según ella, no es útil ni exacto.

Además, puede resultarles difícil aceptar el diagnóstico o el momento en el que se les diagnostica. Pueden sentir pena y rabia por las oportunidades perdidas. Una minoría de personas también rechaza la etiqueta porque “la realidad de tener una enfermedad prolongada es duro de asimilar”, dice French.

Pero, según la experiencia de French, la mayoría de las personas acaba aceptando su diagnóstico y se dan cuenta de que les ayuda a encontrar apoyo y a vivir mejor. Esto se aplica a ella misma.

Como muchas otras mujeres, cuando era niña su falta de atención no se consideraba un trastorno. Y cuando creció y se trasladó de Francia a Reino Unido, su ansiedad y depresión no fueron relacionadas con el TDAH.

No fue hasta que se trasladó a Australia y acudió a un nuevo médico que fue remitida a un especialista en TDAH. A los 30 años, cuando por fin le diagnosticaron TDAH, sintió un gran alivio: “Fue una explicación de muchas de las cosas con las que estaba luchando”.

French dice que se sintió más libre y segura de sí misma; se dio cuenta, después de toda una vida de lucha, de que no era estúpida. En el momento del diagnóstico, trabajaba como gerente de un restaurante. El diagnóstico y el apoyo posterior la animaron a ir a la universidad y, finalmente, a empezar a investigar por su cuenta el TDAH.

Aunque el subdiagnóstico y el diagnóstico erróneo del TDAH están muy extendidos, también existe una creciente preocupación por la posibilidad de que se produzcan sobrediagnósticos.

Esto le preocupa a Erik Messamore, profesor asociado de Psiquiatría de la Universidad Médica del Noreste de Ohio (EE.UU.). En ese país, que permite la publicidad de medicamentos, las estrategias de marketing de las farmacéuticas han incluido cuestionarios simplistas en línea que pueden dar como resultado que casi todo el mundo sea etiquetado como paciente de TDAH.

Messamore sostiene que la aparente prevalencia de los síntomas del TDAH puede deberse en parte a la agitada naturaleza de la vida contemporánea. «Tu falta de atención, soñar despierto, o tu impulsividad, pueden ser la forma que tiene tu cuerpo/cerebro de intentar que vivas a escala humana».

En general, los defensores del diagnóstico acogen con satisfacción la mayor concienciación pública sobre el TDAH en adultos, gracias, entre otras cosas, a las revelaciones de los famosos y a la información en las redes sociales.

Sin embargo, una de las consecuencias puede ser una mayor presión sobre los médicos para que hagan este diagnóstico. Al psiquiatra Tito Mukherjee le preocupa que el TDAH se diagnostique de forma demasiado casual en Reino Unido. Existe la sensación de que “uno tiene TDAH hasta que se demuestre lo contrario”, afirma.

Las críticas se centran sobre todo en el sobrediagnóstico en el sector privado, ya que los sistemas públicos, como el de Reino Unido, tienen una larga lista de pacientes lista de espera.

La espera prolongada puede pasar una factura enorme a quienes viven en el limbo.

Pero a Mukherjee le preocupan las posibles incoherencias en los enfoques de diagnóstico entre las clínicas privadas y las públicas.

TUFLASHNEWS

Otras Noticias

Noticias de ActualidadNoticias MundoNoticias en ColombiaNoticias de Moda

Más Leídas