El Inter de Simone Inzaghi protagonizó una noche memorable en el mítico San Siro al sellar su clasificación a las semifinales de la UEFA Champions League con un valioso empate 2-2 frente al Bayern Múnich. El resultado no solo confirmó el pase de los italianos, quienes habían triunfado en el partido de ida, sino que también rompió una barrera histórica, ya que los bávaros nunca habían perdido puntos en este estadio hasta ahora.
El conjunto milanés mostró determinación y carácter, resistiendo el asedio del Bayern y demostrando una eficacia certera en los momentos decisivos. Aunque los alemanes dominaron por largas etapas del encuentro, su planteamiento táctico y su capacidad ofensiva no fueron suficientes para derribar el sólido muro interista. La defensa comandada por Pavard, Acerbi y Bastoni se encargó de neutralizar las amenazas de figuras como Harry Kane y Thomas Müller, mientras Yann Sommer brilló bajo los tres palos.
El duelo inició con una estrategia clara del Bayern: presión alta y control de la posesión. Leroy Sané, incluido en el once titular en lugar de Serge Gnabry, generó peligro constante, pero el Inter respondió en transiciones rápidas, creando ocasiones claras a través de Dimarco, Calhanoglu y Acerbi.
El marcador se abrió en la segunda mitad, cuando Kane aprovechó un error defensivo del Inter para adelantar a los alemanes. Sin embargo, los italianos respondieron rápidamente con un gol de Lautaro Martínez tras un córner de Dimarco, levantando a la afición local. Minutos después, Pavard, exjugador del Bayern, anotó de cabeza para poner al Inter en ventaja, desatando una celebración especial en San Siro.
A pesar de los intentos finales del Bayern, incluido un disparo peligroso de Kane en los últimos minutos, el Inter se mantuvo firme y aseguró su lugar en las semifinales, donde se enfrentará al FC Barcelona. Este resultado no solo destaca el poderío táctico de Inzaghi, sino que también mantiene viva la ilusión del segundo triplete en la historia del club.
San Siro fue el escenario de una hazaña más, y el Inter demuestra estar listo para seguir soñando en grande.
