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martes, junio 18, 2024

Colombia busca reenfocar su relación con Estados Unidos tras años de lucha contra el narcotráfico

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Por ASTRID SUÁREZ Associated Press
BOGOTÁ (AP) — Tras años de una cooperación bilateral enfocada en la lucha contra el narcotráfico y la asistencia militar, Colombia reiteró el martes su plan de girar la relación hacia “la vida y la paz” en un intento de diversificar la agenda bilateral.
La nueva estrategia denominada “Vida Colombia” buscaría alejarse del “Plan Colombia” sellado en 1999 entre el gobierno del conservador Andrés Pastrana y el mandatario estadounidense Bill Clinton (1993-2001), que implicó una reorganización de las Fuerzas Armadas colombianas para combatir a las guerrillas y a los narcotraficantes.
“Colombia ya no interpreta su realidad política exclusivamente a través del lente del conflicto y la guerra, sino a través de una óptica como Potencia de la Vida”, explicaron los dos países en un documento que describe el nuevo marco de cooperación bilateral que incluye temas como el cambio climático, los derechos humanos, la migración y la política de drogas.
Gustavo Petro, el primer mandatario de tendencia izquierdista en Colombia, ha impulsado un cambio en las relaciones con Estados Unidos al considerar que la guerra contra las drogas ha fracasado y ha puesto a prueba una alianza duradera criticada por algunos congresistas republicanos.
“Marca un nuevo paradigma de la relación, la nueva agenda que recoge el espíritu de lo que hemos avanzado en estos años y refleja los nuevos retos del siglo XXI en una agenda diversificada”, indicó el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo durante la apertura de un diálogo de alto nivel entre los dos países en Bogotá.
Murillo no especificó si la nueva estrategia contaría con un determinado presupuesto y si tiene un plazo para su implementación.
Richard R. Verma, subsecretario de Estado de Administración y Recursos, señaló que Estados Unidos está interesado en trabajar en una amplia agenda que va desde la lucha contra el cambio climático hasta el flujo migratorio en aumento por la peligrosa selva del Darién, pasando por el cumplimiento del acuerdo de paz firmado en 2016 entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la que fuera la guerrilla más antigua de Latinoamérica.
La estrategia, explicó Verma a la prensa, refleja en “muchos sentidos el próximo capítulo de nuestra relación y agradecemos esta oportunidad de cooperar”.
Sin embargo, el subsecretario estadounidense resaltó que la lucha contra la producción y el tráfico de drogas ilegales también seguirá representando una parte clave de los debates sobre seguridad con un enfoque en el que se impulsa tanto el aumento de la interdicción como la búsqueda de la reducción de la demanda invirtiendo en la prevención, el tratamiento y la recuperación de quienes luchan contra la adicción.
Los cultivos de hoja de coca en Colombia cerraron en 2023 en 246.000 hectáreas, una cifra récord que representó un aumento respecto de lo detectado en diciembre del año anterior, cuando también se llegó al registro más alto hasta entonces, según una medición de la policía.
En paralelo, las autoridades del país han decidido reducir a la mitad la meta de erradicación de cultivos de hoja de coca para 2024 pasando de 20.000 a 10.000 hectáreas.
Verma resaltó que la continuidad del diálogo de alto nivel habla de la “fortaleza de la relación” bilateral a través de las distintas administraciones. Mientras que Murillo agregó que Estados Unidos sigue siendo el “socio principal” de Colombia.
Sobre la defensa y política de drogas, el marco de cooperación señala que los países han acordado fortalecer el intercambio de información, la implementación de una estrategia bilateral holística que implica acciones de interdicción y operativos contra el lavado de activos.
“Colombia requiere hoy de unas fuerzas armadas y una policía entrenadas para la paz e involucradas en la defensa y protección del medio ambiente… Pero también capaces de enfrentar los desafíos de la ilegalidad”, señala el documento.
Ambos países se comprometieron a trabajar en conjunto en los flujos migratorios, luego de que el tránsito a través del Darién registrara un “crecimiento exponencial en los últimos tres años”, fortaleciendo sus capacidades institucionales y respaldando los esfuerzos de regularización.
En 2023, transitaron por el Darién más de 520.000 migrantes, según el gobierno de Panamá, lo que representa un récord de desplazamientos, especialmente de personas procedentes de Venezuela, Ecuador, Haití, China y Colombia. Entre enero y marzo de este año han transitado más de 110.000 personas por esta ruta.
Al ser cuestionado por la prensa sobre la idea que ha esbozado el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, de cerrar el paso por la selva del Darién, Verma respondió que dejará que los panameños hablen sobre su propia propuesta y por su parte, propuso concentrar esfuerzos en una estrategia que aborde las causas fundamentales que llevan a miles a migrar de sus países de origen hacia Estados Unidos.

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