Por STEFANIE DAZIO Associated Press
BERLÍN (AP) — En un hecho histórico, la candidatura del líder conservador Friedrich Merz para convertirse en el décimo canciller de Alemania desde la II Guerra Mundial fracasó el martes en la primera ronda de votación en el parlamento por seis votos, una sorprendente derrota ya que se esperaba que ganara sin problemas.
Un candidato a canciller nunca había perdido en la primera votación desde el final de la guerra. La derrota provocó una caída en el mercado de valores: el DAX, el índice de las principales empresas alemanas, bajó un 1,8% tras la votación.
Merz necesitaba una mayoría de 316 de 630 votos. Solo recibió 310 votos, muy por debajo de los 328 escaños que posee su coalición. Como la votación fue secreta, no estaba claro de inmediato —y tal vez nunca se sabría— quién había desertado del campo de Merz.
La coalición de Merz está liderada por su Unión Demócrata Cristiana de centroderecha y su partido hermano bávaro, la Unión Social Cristiana. Se suman los Socialdemócratas de centroizquierda, el partido de Scholz. Los partidos se reunirán para discutir sus próximos pasos, pero no estaba claro de inmediato cuánto tiempo podría llevar el proceso.
Merz buscaba tomar el timón del miembro más poblado de la Unión Europea de 27 naciones después de que el gobierno del canciller saliente, Olaf Scholz, colapsara el año pasado y se celebraran elecciones nacionales en febrero. Scholz, a pesar de su despedida oficial el lunes, permanece en un rol de transición hasta que un nuevo canciller asuma el cargo.
Alemania tiene la economía más grande del continente y actúa como una gran potencia diplomática. Las tareas del nuevo canciller incluirían enfrentar la guerra en Ucrania y la política comercial del gobierno de Trump, además de asuntos internos como una economía estancada y el auge de un partido de extrema derecha y antiinmigrante.
«El mundo está en un momento de agitación. Europa necesita una Alemania fuerte», dijo Carsten Linnemann, el secretario general de los democristianos, a los periodistas después de la derrota de Merz. Dijo que una segunda votación debería realizarse pronto. «No podemos esperar días ahora, necesitamos claridad rápidamente».
¿Qué ocurre ahora?
La cámara baja del parlamento —llamada Bundestag— tiene 14 días para elegir a un candidato con mayoría absoluta. Merz puede postularse nuevamente, pero otros legisladores también pueden presentar su candidatura. No hay límite en el número de votaciones que se pueden realizar dentro del período de dos semanas.
Si Merz u otro candidato no logra obtener esa mayoría durante el período de 14 días, la Constitución permite que el presidente nombre al candidato que obtenga más votos como canciller, o disuelva el Bundestag y convoque a nuevas elecciones nacionales.
Johann Wadepuhl, designado como el próximo ministro de Exteriores, dijo que confiaba en que Merz finalmente prevalecería.
«Es un proceso molesto, pero en una democracia parlamentaria, en un país liberal, este es desafortunadamente uno de los escenarios para los que hay que estar preparado», dijo a los periodistas.
Volker Resing, autor de una biografía reciente sobre Merz, expresó sorpresa por el giro de los acontecimientos.
«Esto muestra cuán frágil es la situación de la coalición y que algunos legisladores están dispuestos a sembrar incertidumbre — eso es una señal de advertencia», dijo Resing a The Associated Press después de la votación.
Resing agregó que si Merz es elegido en segunda ronda, entonces todo marchará sin incidentes y probablemente el contratiempo quede olvidado. Pero «por ahora todo está en el aire», añadió Resing.
80 aniversario de la II Guerra Mundial
La votación del martes se celebraba en vísperas del 80 aniversario de la rendición incondicional de Alemania en la II Guerra Mundial. Las votaciones secretas se realizarán en el restaurado Reichstag, donde se ha preservado el graffiti dejado por las tropas soviéticas en varios lugares del edificio.
La sombra de la guerra en Ucrania también se cernía sobre la votación del martes. Alemania es el segundo mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania, después de Estados Unidos.
En general, Alemania es el cuarto país del mundo que más gasta en defensa, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, que estudia las tendencias en los gastos militares globales. Solo Estados Unidos, China y Rusia están por delante.
Alemania ascendió a ese rango gracias a una inversión de 100.000 millones de euros (107.000 millones de dólares) para sus fuerzas armadas, una medida aprobada por los legisladores en 2022.
El gasto en defensa del país aumentó nuevamente a principios de este año, cuando el parlamento flexibilizó las estrictas reglas de deuda de la nación para un mayor gasto en defensa. Es un movimiento que ha sido seguido de cerca por el resto de Europa, ya que el gobierno de Trump ha amenazado con retirar su apoyo de seguridad en el continente.
Además de aumentar el gasto en defensa, la coalición de Merz se ha comprometido a impulsar el crecimiento económico, adoptar un enfoque más duro hacia la migración y ponerse al día con una modernización descuidada durante mucho tiempo.
El ascenso de AfD
El fracaso de Merz en la votación se suma a los desafíos futuros: quien sea elegido canciller enfrentará preguntas sobre el futuro del partido de ultraderecha y antiinmigrante Alternativa para Alemania, también conocido como AfD.
Los partidos políticos alemanes tradicionales se niegan a trabajar con la formación, citando el llamado «muro de contención» que han mantenido contra la cooperación con partidos de extrema derecha desde el final de la guerra.
Alice Weidel, colíder de AfD y candidata a canciller durante las elecciones de febrero, escribió que el fracaso de Merz muestra que su coalición tiene una «base débil».
El AfD es el mayor partido de oposición en el nuevo parlamento de Alemania después de quedar en segundo lugar en las elecciones nacionales de febrero.
La semana pasada, el servicio de inteligencia interna de Alemania anunció que ha clasificado al AfD —que quedó en segundo lugar en las elecciones nacionales de febrero— como una organización «extremista de derecha», lo que la hace objeto de una vigilancia mayor y más amplia.
La decisión de la oficina federal provocó una reacción del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, durante el fin de semana. El Ministerio alemán de Exteriores de Alemania respondió a Rubio después de que el diplomático pidiera al país que revocara la clasificación.
La medida del servicio de inteligencia doméstica no equivale a una prohibición del partido, lo cual solo puede ocurrir a través de una solicitud de cualquiera de las dos cámaras del parlamento o del gobierno federal a través del Tribunal Constitucional Federal.
Merz no ha hecho comentarios públicos sobre la decisión del servicio de inteligencia.
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La video periodista de Associated Press Fanny Brodersen en Berlín y el escritor David McHugh en Fráncfort, Alemania, contribuyeron a este despacho.
La candidatura de Merz a canciller de Alemania fracasa en el parlamento en una derrota inesperada
