Las bebidas sin alcohol solían ser motivo de burla. Ahora son el sector de mayor crecimiento del mercado del alcohol. Las ventas de cerveza, vino y licores sin alcohol aumentaron un 32 por ciento de 2022 a 2023, mientras que las ventas totales de alcohol crecieron solo 1 por ciento. A principios de 2024, la cerveza más vendida en Whole Foods era sin alcohol.
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Es probable que este crecimiento se deba a la creciente conciencia sobre los daños del alcohol en la salud y a un mayor interés por la sobriedad y la moderación. Según un estudio reciente, el conocimiento sobre la salud, la curiosidad y el deseo de evitar los efectos negativos del alcohol (como la resaca) son algunas de las principales razones para consumir bebidas sin alcohol. Además, hoy en día existen en el mercado muchas más —y mejores— opciones sin alcohol.
Entonces, ¿son mucho más saludables las bebidas sin alcohol que las auténticas? ¿Son seguras para todos? ¿Y contienen otros ingredientes de los que haya que cuidarse?
¿Qué es una ‘bebida sin alcohol’?
Para ser considerada sin alcohol, una bebida debe tener menos de un 0,5 por ciento de alcohol en volumen (ABV). Tradicionalmente, las marcas utilizan métodos como la filtración o la destilación para eliminar el alcohol de sus productos. Las técnicas más recientes alteran el proceso de fermentación, de modo que el azúcar de la bebida no se convierte en alcohol. Otras bebidas comercializadas como alternativas al alcohol no intentan imitar a la cerveza, el vino o el licor y se elaboran con jugos o ingredientes botánicos.
El principal ingrediente nocivo de las bebidas alcohólicas —el que daña el hígado y contribuye al cáncer— es el alcohol, por lo que, una vez eliminado casi por completo, los riesgos para la salud asociados a la bebida desaparecen prácticamente.
“Desde el punto de vista de la salud, cantidades muy pequeñas de alcohol en la bebida probablemente no supongan una gran diferencia”, dijo John Holmes, catedrático de política del alcohol de la Universidad de Sheffield, Inglaterra.
Es posible que se pueda consumir una cantidad sustancial de alcohol tomando bebidas no alcohólicas, “pero supondría mucho trabajo”, dijo Tim Naimi, director del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Consumo de Sustancias de la Universidad de Victoria. “Tendrías que beber 20 latas de cerveza con un 0,5 por ciento de ABV para llegar siquiera a dos tragos al día”.
Sin embargo, los expertos advirtieron que una bebida con menos de un 0,5 por ciento de alcohol podría seguir causando problemas en algunos casos. Para las personas con un trastorno por consumo de alcohol, sustituirlo por cerveza, vino o licor sin alcohol podría ayudarles a reducir su consumo o a dejarlo por completo, dijo Molly Bowdring, becaria postdoctoral en psicología clínica de la Universidad de Stanford. Pero estas bebidas también podrían ser un detonante para las recaídas.
“Son muy parecidas en sabor y aroma”, dijo. “Eso puede convertirlas en un sustituto útil, pero también incluyen todas esas señales que podrían activar el deseo”.
En cuanto a las mujeres embarazadas, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos no se ha pronunciado específicamente sobre las bebidas sin alcohol, pero en su sitio web indica: “No hay una cantidad ni un tipo seguros de consumo de alcohol durante el embarazo”.
Para las personas con otras afecciones que pueden verse afectadas negativamente por el alcohol, como enfermedades hepáticas, los expertos recomendaron preguntar a un médico si es posible tomar bebidas no alcohólicas.
Las alternativas al alcohol elaboradas con jugos o ingredientes botánicos no plantean problemas en cuanto al contenido alcohólico, pero pueden contener otros ingredientes problemáticos, por lo que es importante leer atentamente las etiquetas. Por ejemplo, algunas bebidas contienen CBD o THC, o plantas como la ashwagandha, que se ha relacionado con lesiones hepáticas y podría ser perjudicial durante el embarazo.
¿Pueden mejorar tu salud?
Las estadísticas sugieren que más del 80 por ciento de quienes compran bebidas sin alcohol también compran bebidas con alcohol. Y en 2022, los productos sin alcohol representaban menos del 1 por ciento de las ventas totales de alcohol. Pero si las personas están reemplazando parte de su consumo de cerveza, vino o licor con versiones sin alcohol, eso puede tener un impacto positivo en la salud.
“Cuanto más bebas, más te beneficiará cualquier reducción”, dijo Holmes. “Así que si estás bebiendo 10 copas a la semana, bajar a nueve seguirá beneficiando tu salud”.
Según un estudio realizado por Bowdring, aproximadamente la mitad de las personas que toman bebidas no alcohólicas declararon que consumían menos alcohol gracias a ellas.
No todo el mundo está convencido de que la gente esté sustituyendo las bebidas alcohólicas por las no alcohólicas: Naimi dijo que es posible que la gente las beba además del alcohol que ya consume. “El efecto de las bebidas sin alcohol o con bajo contenido de alcohol podría ser el de desplazar el consumo de bebidas alcohólicas”, dijo. O “podría ser desplazar el consumo de refrescos o agua con gas”.
Esto refleja lo que Athletic Brewing Company, la principal marca de cerveza sin alcohol, observa entre muchos de sus clientes. “Donde antes la gente quizá solo bebía los viernes y sábados por la noche”, ahora toman una cerveza sin alcohol “todas las noches de la semana con la cena”, dijo Bill Shufelt, cofundador y director ejecutivo.
Los expertos subrayaron que no hay pruebas de que esto sea perjudicial, solo plantea la cuestión de si estas bebidas tendrán un impacto positivo en la salud pública.
“El crecimiento de la categoría es interesante”, dijo Naimi. “Pero lo que realmente importa, la meta, es cómo afecta a la venta total de alcohol. Y creo que ésa es la pregunta del millón”.