Por MIKE FITZPATRICK undefined
NUEVA YORK (AP) — Desde su calabaza de playoffs hasta el asiento morado de Grimace y la nueva canción del infielder José Iglesias, los Mets de Nueva York tienen una gran cantidad de amuletos de buena suerte y camaradería en octubre.
“¿De qué sirve el juego si no te estás divirtiendo? Eso es parte de la cultura aquí”, dijo el primera base Pete Alonso.
Alonso añadió otro amuleto a finales de septiembre cuando él y su esposa recogieron su pequeña “calabaza de playoffs”, como él la llamaba, mientras visitaban una granja de Wisconsin cuando los Mets jugaban contra los Cerveceros.
La calabaza ha sido vista desde el decisivo duelo de la serie de comodines hasta la serie divisional contra los Filis de Filadelfia para llegar a la serie por el campeonato de la Liga Nacional por primera vez en nueve años.
El logro de dejar en el camino a los Filis la noche del miércoles hizo derramar lágrimas de emoción al jardinero central Brandon Nimmo, al mánager novato Carlos Mendoza y otros miembros de un grupo muy unido.
Se enfrentarán a los Padres de San Diego o los Dodgers de Los Ángeles en una serie al mejor de siete a partir del domingo en la costa oeste.
Después de conectar los jonrones, los jugadores sonrientes posan en el dugout para fotos colectivas sosteniendo un letrero azul y naranja que dice “OMG” (colores del equipo, por supuesto) en un guiño al nombre de la exitosa canción del cubano Iglesias mientras suena en el sistema de sonido del Citi Field.
“Ahora mismo los Mets están jugando muy buena pelota. Están encendidos”, comentó el jardinero de los Filis Nick Castellanos. “De verles jugar al inicio del año, en abril y mayo, a ver lo que está haciendo José Iglesias, dándoles cohesión y que la ciudad se ilusione en algo grande, es ciertamente increíble”.
En esa misma línea, los lanzadores abridores han optado por pintarse de negro bajo los ojos, algo completamente innecesario cuando no están en el montículo, y escribir en él el número del uniforme del abridor de ese día para mostrar unidad y apoyo.
“Solo otro amuleto de buena suerte, supongo”, dijo Sean Manaea el lunes antes de vencer a los Filis con una joya en el tercer juego al día siguiente.
Los accesorios del dugout para celebrar los jonrones, como espadas de goma o sombreros divertidos, han explotado en las Grandes Ligas en las últimas temporadas.
Pero no cabe duda, los Mets lideran el béisbol en cuanto a las bromas. El jardinero centro Harrison Bader describió al equipo como un “circo ambulante”.
Los Mets también se han inspirado con una mascota caricaturesca.
Los fanáticos se volcaron a Grimace, el personaje de McDonald’s amigable para los niños, luego que hizo un primer lanzamiento, antes de que Nueva York venciera a los Marlins de Miami en el Citi Field el 12 de junio.
Esa victoria coincidió con el inicio de una racha de siete victorias consecutivas, y el amuleto de la buena suerte de los Mets pronto se volvió viral, cobrando vida propia.
El club ha hecho todo lo posible desde entonces, con Grimace viajando en el metro al tercer duelo contra los Filis, y además instalaron un asiento morado conmemorativo en el Citi Field.
Sin embargo, ¿realmente contribuye a ganar?
“Lo cierto es que el equipo más unido y el equipo más cohesionado, bueno esos son los equipos que tienden a llegar más lejos”, señaló Bader.
Quizás lo más importante es que ninguno de los trucos alegres ha distraído a los Mets en la recta final o durante una postemporada llena de presión.
“Cuesta explicarlo. Son diversas cosas”, dijo el venezolano Mendoza. “Pero tenemos que manternos enfocados en lo principal que es salir a jugar béisbol”.