El pontificado de León XIV ha echado a andar de forma oficial este domingo con la misa celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde ha recibido los símbolos del poder pontificio, el anillo del Pescador y el palio, y que ha tenido lugar ante 200.000 fieles y una amplia representación del poder mundial, como el vicepresidente de EE UU, JD Vance, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, o los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Con todos ellos como testigos, el nuevo Papa ha recibido sobre sus hombros el palio, decorado con seis cruces negras de seda y enganchado con tres alfileres que evocan los clavos de Cristo. Después, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle ha colocado en su mano derecha el anillo del Pescador, de oro y que representa a San Pedro con las redes, como el pescador de la fe. La era de León XIV había comenzado y el nuevo pontífice se miraba la mano visiblemente conmovido, casi reteniendo las lágrimas, mientras desde la plaza se elevaba un sonoro aplauso.
Después de la homilía, el Papa ha pronunciado un encendido llamamiento a la unidad en la iglesia y la paz: «En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres», ha lamentado. En su discurso también ha puesto el foco en las guerras de Gaza y Ucrania, sobre la que «espera por fin negociaciones para una paz justa y duradera», ha dicho.
Posteriormente, el papa ha saludado en el interior de la basílica a representantes de las delegaciones internacionales, como al vicepresidente estadounidense, JD Vance, católico converso y con quien el Papa fue crítico en redes sociales. Ambos se dieron la mano y conversaron brevemente. Más largo ha sido el encuentro entre el pontífice y los reyes Felipe VI y Letizia, en el que los monarcas le han transmitido su deseo de verle pronto en España.
Audiencia de Zelenski con el Papa
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha agradecido este domingo al Vaticano su disposición a convertirse en una plataforma para conversaciones directas entre Kiev y Moscú, y ha agradecido al papa León XIV su «voz clara» en defensa de una paz justa y duradera. Zelenski ha sido recibido junto a su esposa, Olena Zelenska, en una audiencia por el Papa después de que asistieran a la misa de inicio de pontificado. «Agradecemos a su santidad la audiencia», ha escrito el mandatario ucraniano en sus redes sociales, en las que destacó que, para millones de personas en todo el mundo, el pontífice «es un símbolo de esperanza en la paz». «Y la autoridad y la voz de la Santa Sede pueden desempeñar un papel importante para poner fin a esta guerra», recalcó Zelenski, quien estuvo acompañado además por su ministro de Exteriores, Andrí Sibiga, y su jefe de gabinete, Andrí Yermak, además de por el embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrí Yurash. El jefe de Estado ucraniano ha agradecido al Vaticano «su voluntad de convertirse en una plataforma para las conversaciones directas entre Ucrania y Rusia», y ha reiterado que él y su equipo están «dispuestos a dialogar en cualquier formato en aras de resultados reales».