La absorción de dióxido de carbono por parte de las plantas, aun aquellas en pequeños grupos y ubicadas en las ciudades, puede ser trascendentamente importante frente a la contaminación ambiental.
Un estudio científico realizado en Nueva York ha demostrado que la fotosíntesis de los ecosistemas vegetales de la ciudad absorbe sobradamente todas las emisiones de carbono producidas por el tráfico –el doble–, y hasta un 40% de las emisiones totales, según reporta informacion.es.
El estudio en cuestion revela que se ha subestimado la importancia de la vegetación urbana en el ciclo del carbono.
«Incluso en ciudades grandes y densas como Nueva York, los flujos de CO2 biogénico (árboles, arbustos, plantas, hierbas y césped) durante el verano pueden ser mayores que las emisiones antropogénicas». Es la primera frase del estudio, publicado en la revista ‘Environmental Research Letters’.
Edificio en Japón
Ocurre, según los investigadores, que existen grandes cantidades de vegetación no reconocida hasta ahora, dispersa en pequeños puntos, incluso en áreas altamente desarrolladas. Vegetación que contribuye de manera importante al ‘secuestro’ de carbono. Son, por ejemplo, árboles callejeros solitarios, pequeños jardines caseros, lotes baldíos cubiertos de maleza y otras áreas pequeñas de césped o hierbas.
«Hay mucha más vegetación de lo que pensábamos», resalta el autor principal del estudio, Dandan Wei, de la Escuela de Clima de Columbia. «Esto nos dice que el ecosistema es importante en la ciudad de Nueva York, y si es importante aquí, probablemente sea importante en cualquier otro lugar», añade.
Los científicos descubrieron que esa vegetación dispersa, cada área de césped y cada zona verde, por pequeña que sea, está desempeñando «un papel importante en el intercambio de gases atmosféricos». Y puede contribuir entre el 46% y el 76% a ‘limpiar’ al aire urbano, según el tipo de planta.
Árboles callejeros
«Las cubiertas de suelo desarrolladas (urbanizadas) son omnipresentes en las ciudades y la vegetación en estas áreas desarrolladas a menudo existe en forma de árboles callejeros, árboles de parques y céspedes», señala el informe.
El resultado de todo ello es que, a pesar de que Nueva York tiene las mayores emisiones antropogénicas de CO2 de Estados Unidos y las terceras del mundo, y de que cuenta una cubierta vegetal relativamente pequeña, la absorción biogénica de CO2 aún compensa hasta el 40% de todas las emisiones provocadas por el ser humano en el área metropolitana durante las tardes de verano.
«Esto subraya la importante contribución de los ecosistemas vegetales urbanos al ciclo urbano del carbono, incluso en grandes megaciudades», señalan los autores de la investigación. Los hallazgos son significativos porque las áreas urbanas representan más del 70% de las emisiones humanas de dióxido de carbono.
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