Por Rafael Blanco
El pasado domingo el Presidente Nicolás Maduro afirmó a los medios de comunicación que el país se juega su futuro en las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio. Muy cierto lo que ha dicho, porque si él llegara a resultar reelecto, no habrá oportunidad para recuperar las instituciones públicas, ni esperanza alguna de que haya un cambio en nuestra realidad socioeconómica.
Motores van y motores vienen, tras cada plan fallido propuesto por Maduro a lo largo de los años, sin que al día de hoy alguno de ellos haya llegado a feliz término.
Un país saturado de problemas eléctricos, con un sistema de distribución de carga materialmente caído a causa de la falta de mantenimiento, cuya recuperación requerirá una inversión cuantiosa de capitales foráneos, imposibles de lograr con otro gobierno de Maduro, haría imposible recuperar por ejemplo la Zona Industrial de Guayana, o la de Valencia, generando no solo producción interna, sino también fuentes de trabajo. Y sin flujo eléctrico estable jamás resolveremos la congestión de aparatos eléctricos dañados en cada hogar de la familia venezolana y la oscurana a la que se tiene sometida a la población.
Si vuelve a ganar Maduro, cómo vamos a recuperar el destrozado sistema de Salud Nacional, el de la Educación, las infames jubilaciones y pensiones de hambre para la tercera edad, los salarios paupérrimos de los trabajadores, el salario básico congelado, así como la abrogación de hecho de la ley del trabajo vigente.
También tiene mucha razón, porque si él resulta reelecto el próximo 28 de Julio, no habrá posibilidad alguna dentro de ésta economía globalizada de acudir a los organismos multilaterales de financiamiento externo, para renegociar la deuda acumulada en estos 20 años de fracaso que ronda los 200 mil millones de dólares y jamás se nos abrirán los mercados naturales de occidente, a dónde geograficamente pertenecemos.
El y quienes le acompañan en su gobierno, incluso los gobernadores, confunden al erario público y al país con ellos mismos y sus intereses, actúan en función de ello y sienten que todo está muy bien y por supuesto, creen que el país también está muy bien, pero resulta que no es así y la mejor demostración de ello son los ocho millones de venezolanos que emigraron y los cinco millones más que abandonarían el país de ser reelecto Nicolás Maduro.
Hacemos nuestra las advertencias de Nicolás Maduro, el futuro de Venezuela nos lo Jugamos en estas elecciones del 28 de julio y por eso invitamos a votar masivamente por EDMUNDO GONZALEZ URRUTIA, en las elecciones presidenciales del próximo 28 de Julio
@rafaelblancogalindez
