Todo empresario y emprendedor deben saber que en su negocio debe existir ese algo que lo hará diferencial aunque todos vendan lo mismo.
En esa búsqueda estamos todos los que queremos vender algo y en la misma esta el público que busca su razón para la compra.
Se trata de un espacio que se mueve en torno a la emoción, que adjudica un rol ‘personal e intransferible’ a la marca y que permite establecer una conexión de empatía implícita y trascendente en la relación con los usuarios.
Más allá del precio, de la utilidad del producto o de la apariencia las marcas deben crear una estrategia que no está lejos ni difícil ni rebuscada. Es simplemente volver a lo orgánico a los más cercano!
Como lo hago? Simple
El cliente quiere mayor participación y las marcas deben ahondar en una comunicación más real en los diferentes canales, preguntando y estableciendo interacción fluida.
Ahora la marca/empresa debe proponer un beneficio moldeable a la necesidad real de quien compra y no en general.
El acompañamiento, la historia y el compartir será la clave para lograr ese valor intangible en una marca y la fidelidad del cliente que más tarde se multiplica en nuevos clientes.
Una marca dotada de ‘valor intangible’ no apela a las masas, sino a la reinterpretación emocional y racional del individuo. Un camino que permite establecer un verdadero diálogo y que derivará en una relación más estrecha y duradera entre las partes.