sábado, febrero 4, 2023
  • Login
Sin Resultados
View All Result
DIARIO LA CALLE
  • Contáctanos
  • Solicita tu anuncio
pubnc
  • Carabobo
  • Nacionales
  • Internacionales
  • Sucesos
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Opinión
  • Carabobo
  • Nacionales
  • Internacionales
  • Sucesos
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Opinión
Sin Resultados
View All Result
DIARIO LA CALLE
Sin Resultados
View All Result

No estamos solas: mexicanas luchan juntas por aborto

Por La Calle Administrador
4 de noviembre de 2022
en Para ti mamá
La activista por el derecho al aborto Viridiana Bautista de la organización Las Consejeras posa para un retrato en Oaxaca, México, el miércoles 12 de octubre de 2022.  (AP Foto/María Alferez)

La activista por el derecho al aborto Viridiana Bautista de la organización Las Consejeras posa para un retrato en Oaxaca, México, el miércoles 12 de octubre de 2022. (AP Foto/María Alferez)

Enviar a FacebookCompartir en TwitterEnviar a WhatsappCompartir en TelegramEnviar al Correo

Por MARÍA TERESA HERNÁNDEZ Associated Press
OAXACA, México (AP) — La lucha social recorre Oaxaca como un pulso colectivo que grita «aquí no nos vamos a conformar».
A tres años de convertirse en el segundo estado de México en despenalizar el aborto, grupos feministas y organizaciones de derechos humanos, sexuales y reproductivos aún pelean para que toda mujer que desee interrumpir su embarazo pueda lograrlo de manera digna, segura y gratuita.
Eliminarlo como delito en el Código Penal local en 2019 y reformar la Ley Estatal de Salud en 2021 no ha sido suficiente para garantizar su práctica en el sector público. Las modificaciones jurídicas no derivan en empatía entre todo el personal médico ni rompen los estigmas que llevan décadas incrustados en parte del imaginario social.
Ante este panorama, las oaxaqueñas han aprendido a crear redes de acompañamiento mientras avanzan hacia un futuro donde el aborto sea realmente accesible para todas. Éstas son algunas de sus voces. Varias hablaron con The Associated Press omitiendo detalles de su identidad para no poner en riesgo su seguridad.
——
Viridiana Bautista, 36 años, activista en Las Consejeras
El interés para que me involucrara en el tema del aborto surgió por una experiencia personal: hace casi 13 años pasé por una interrupción. Me practicaron un legrado. Me rompieron mi útero. Estuve a punto de perder la vida. Me tuvieron que coser donde me habían roto.
Yo había sido catequista, entonces estaba permeada por una visión religiosa. En un principio me generó conflicto, pero intenté manejarlo. Después de unos años empecé a conocer diversos espacios feministas. Empecé a involucrarme con otra visión y dije «esto es bien importante porque, ¿a cuántas mujeres no les pesa el tema de la culpa?».
Algunos grupo de mujeres (a las que llaman colectivas) me invitaron a participar porque se venía la propuesta de la despenalización. En cada reunión, todas cooperábamos.
Cuando se da la despenalización no lo podíamos creer. Fue muy emocionante. Fue resultado del trabajo de muchas compañeras: de las que convencieron a las diputadas para que llevaran la propuesta, que hicieron el posicionamiento, que trabajaron en redes sociales y que salieron a protestar.
Ahora el reto es lograr una despenalización social y que el aborto sea real, porque en ese momento fue «qué chido» (qué bien) y «lo logramos», pero a tres años los retos son impresionantes.
Estamos permeados por prácticas machistas, misóginas y de violencia contra las mujeres. Son muchas las barreras a las cuales nos estamos enfrentando, tanto organizaciones como colectivas, activistas y defensoras de derechos para que esto sea una realidad, para que el aborto no nada más haya quedado en una cosa histórica.
——
Nay Aquino, 41 años
La primera vez que interrumpí un embarazo yo no quería hacerlo. Estaba en una relación muy dependiente. Ahora lo veo como violencia psicológica. Yo no quería. Fue una decisión tomada por otra persona. Él vio todo lo que tenía que hacerse: buscar el dinero, pagar una clínica, un doctor y todo. Por el trauma no recuerdo bien las fechas. Pienso que habría tenido entre 19 y 20 años.
Recuerdo estar en lo frío del quirófano, sola con el ginecólogo y el movimiento de tirarme como en una carnicería, como tiran un pedazo de carne en la plancha y una mujer me dice «tranquila», como para hacerme saber que ella está ahí. Cuando despierto estoy en el cuarto y no sé nada. No vuelvo a ver al doctor, no me dicen qué va a pasar. Veo los sueros y escucho «ya te puedes ir», pero como el cuarto estaba pagado hasta el otro día, me quedé a dormir. Una amiga estuvo conmigo y se quedó toda la noche. Ella me dijo «nos tenemos que ir». Me cambié, agarré mi mochila y me fui a la universidad a presentar un examen.
——
Libia Valdez, 36 años, abogada en Ixmucane A.C.
Nuestra intención era trabajar con estudiantes de Derecho porque a nosotras en la universidad no nos formaron desde la perspectiva de derechos humanos y género ni desde la mirada de las comunidades indígenas.
Invitamos a varias aliadas, no sólo abogadas. Nos fuimos hacia el feminismo para que pudieran entrelazar. Hace tres o cuatro años muchas jóvenes creían que el feminismo era esto de las «feminazis» y queríamos que entendieran que es una corriente que permite analizar las realidades y el contexto de las mujeres.
Así fuimos llegando hacia los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a decidir. Abordamos si en algún momento habían tenido que decidirlo y fue sorprendente escucharlas decir «yo lo decidí en algún momento» o «nosotras acompañamos a otra compañera que vivía sola».
En ese grupo se crearon amistades bien estrechas. Era un espacio seguro para hablar. Llegó a tal grado que se creó una colectiva al interior. Se animaron a trabajar juntas y buscaron un nombre en zapoteco que quiere decir «mujeres que hacen trabajo ellas mismas».
——
Metztli Lima, 29 años, acompañante en La Campamenta
Nosotras nos llamamos La Campamenta porque es algo de lo que hemos podido tomar agencia: apropiarnos del lenguaje y cambiarlo. Esto lo veo en torno a la normalización de hablar en femenino. Veo que cada vez más compas (compañeras) hablan de colectivas y no de colectivos.
Esto incomoda un montón. A nosotras nos han dicho «señoritas, aprendan a escribir bien». Esto exhibe cómo la banda (la gente) está más preocupada por una letra que por el contenido del mensaje.
Nuestra apuesta es compartir saberes y que haya abortos informados. Pusimos la perspectiva de que no sólo las mujeres abortan; también los hombres trans, las personas no binarias, intersexuales, o sea, hay toda una posibilidad de identidades. ¿Qué pasa, por ejemplo, si una persona no binaria no está en este marco legal y llega y le dicen en el centro de salud «tú no eres mujer, eres persona binaria; eres hombre trans, no entras»? Nos han contado de casos que les ha sucedido.
——
Mujer indígena y activista de casi 70 años(asterisk)
Ésta es una comunidad indígena de unos 15.000 habitantes. Lo que hace falta aquí es información, que se sensibilicen. Antes a las mujeres se les decía que, si interrumpían su embarazo, cuando se murieran se iban a comer ese producto. Tenían miedo, pero algunas sí se atrevieron a interrumpir.
Hace veintitantos años yo era un ama de casa como todas, obediente y todo eso. Una hermana me invitó a un taller sobre derecho indígena. Después de eso empecé a acompañar a gente sobre derecho agrario. No tenía mucha información, pero yo iba como intérprete al Ministerio Público.
Un día una compañera me dijo «oye, hay un taller sobre derechos sexuales y reproductivos» y le dije «ay, no, me da miedo». Nomás la palabra «sexual», imagínate. Yo también estaba con otra mentalidad, pero fui y me gustó. Al principio no entendí muy bien, pero dije «tengo que aprender».
En 2003 empecé a capacitarme. Hicimos una marcha sobre los derechos de las mujeres. A partir de ahí empecé a dar talleres, pláticas con jóvenes, ferias informativas. Ya soy una persona mayor, pero sigo participando.
En las pláticas al principio no mencionábamos la palabra «aborto». Decíamos «¿cómo hacer para que te llegue tu regla si piensas que estás embarazada?».
Yo no puedo decir que soy acompañante, solamente digo que doy información, lo que dice la ley, porque no nos podemos arriesgar. Como estoy en una comunidad indígena, la gente me ubica, sabe dónde vivo.
Cuando una mujer me dice «me siento aliviada» me da mucho gusto, pero más gusto me dio cuando una chica me dijo «qué bueno que te escuché en la radio, salí de mi problema y cambié mi vida». A esa chica la canalicé a un refugio. La apoyaron legalmente, psicológicamente. Y otra mujer que apoyé porque no sabía hablar bien español me dijo «nadie me quiere acompañar porque soy una mujer que anda descalza y no me puedo poner ni una chancla porque mis pies ya se acostumbraron a andar sin calzado».
(asterisk)La mujer habló con AP en condición de anonimato y pidiendo no revelar su nombre ni edad para no arriesgar su seguridad.
——
Karen Castellanos, 26 años, acompañante en Siempre Viva y ddeser
Nosotros tenemos reuniones con el sector Salud. Ellos nos dicen «solamente manden mujeres con causal o una situación de emergencia». Entonces ya desde ahí les ponen un alto. Preguntamos por qué y dicen «tenemos mucho trabajo, cosas más importantes; tenemos que atender a mucha gente y para nosotros es más presión».
Ha habido chicas que me dicen «fui a pedir el servicio y me dijeron que por qué estaba haciendo eso, que ahí no lo hacían». Las vuelven víctimas porque las juzgan, les tienen un prejuicio, las asustan. Incluso se sienten tan mal que ya no quieren regresar al hospital. Y yo les digo «si quieres, te acompaño». Y me dicen «no, no quiero ir allá». Y es cuando decidimos darles otro acompañamiento. Ellas consiguen el medicamento y se les brinda el acompañamiento para el aborto seguro.
Recibimos unos 50 o 60 casos al mes. También hay chicas que preguntan y luego ya no responden. Yo siempre me he preguntado por qué. No sé si alguien las vio o qué.
Una vez una chica me dijo que no sabía qué decisión tomar por presión social. Yo de repente platico con ellas. Nuestra idea no es promover el aborto, sino el derecho a decidir. Y si una mujer me dice «yo me siento muy bien y gano bien y quiero continuar un embarazo», nosotras felices de que sean maternidades amorosas y elegidas.
——
Yanet Jennings, 38 años, ginecóloga en clínica privada
Cada vez he perdido más miedo de salir del clóset y decir «estoy completamente en pro del derecho a decidir».
Yo elegí una carrera en la cual me dedico a la salud de la mujer sin meter mis cuestiones morales, legales y religiosas, pero pareciera que la mayoría de los colegas no opinan así, sino que es más importante lo que piensan a nivel personal que las necesidades de la mujer.
Otros no tienen objeción, pero ven la interrupción como una oportunidad para cobrar de más. La causa número uno por la cual interrumpen las mujeres es económica, entonces es un abuso de poder. Es el patriarcado de nuevo. Es decir «sí, te voy a ayudar, pero mi conocimiento te va a costar».
Para mí las acompañantes tienen un valor impresionante. Ellas son las que están en la calle, las que tienen más feminismo y amor al prójimo de conocer las circunstancias que viven las mujeres que desean interrumpir y tienen ese valor de acompañarlas.
Una idea muy personal de por qué la mujer aborta es que es un acto de amor muy grande hacia ella misma y hacia sus proyectos de vida, hacia su cuerpo, porque no es el momento ideal para concebir.
¿Cuántas veces preguntamos «qué te da miedo, qué es lo que te preocupa de abortar»? Yo tengo varias respuestas para esto porque lo hago desde hace años, pero es algo en lo que también nos podríamos capacitar. Yo honro y agradezco que estas mujeres me permitan escuchar sus historias.
Alguna vez vino una señora como de 38 años. Era de una comunidad alejada. Venía con su hija más grande, que traía un bebé. Pasó a consulta, su hija se quedó afuera y me dijo «doctora, estoy embarazada y necesito abortar. Soy viuda, pero en mi pueblo me matan si saben que profané el nombre de mi esposo. Me dijeron que usted me puede ayudar». Y le digo «¿y no le podemos decir a tu hija?». Me dijo que no, entonces le dije «órale, aquí mismo lo resolvemos, vamos a decirle a tu hija que traes un quiste o cualquier otra cosa».
___
La cobertura de noticias religiosas de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos del Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable de todo el contenido.

Noticias Anteriores

Ecuador: El nuevo ADN futbolístico camino a Qatar

Siguientes Noticias

Bancos apoyan proyecto petrolero en la Amazonía colombiana

Noticias Relacionadas

Estudiantes de segundo grado de primera seleccionan sus alimentos durante el almuerzo en la cafetería de la escuela primaria en Scottsdale, Arizona, el 12 de diciembre de 2022. (AP Foto/Alberto Mariani, Archivo)
Para ti mamá

Nuevas normas limitarían azúcar en comidas escolares de EEUU

3 de febrero de 2023
Para ti mamá

ALEJANDRA ALVAREZ, ONCÓLOGA: “TODOS LOS NIÑOS DE ONCOPEDIA SUEÑAN CON TOCAR LA CAMPANADA DE LA VICTORIA”

2 de febrero de 2023
Destacados

ABC: Escuelas ponen contra las cuerdas a las redes sociales

29 de enero de 2023
Para ti mamá

“Necesitaba pensar en porno para llegar al orgasmo”.

28 de enero de 2023
Rylae-Ann Poulin, una niña que se benefició de una terapia genética que es inyectada directamente al cerebro, posa en Bangkok, Tailandia, el 14 de enero de 2023. (AP Foto/Sakchai Lalit)
Para ti mamá

Prometedora genoterapia se inyecta directamente al cerebro

24 de enero de 2023
Carabobo

La pequeña vegetación influye mucho para mejorar al aire de las ciudades

20 de enero de 2023
Siguientes Noticias
Esta foto de junio de 2015 proporcionada por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz de Colombia, muestra un derrame de petróleo en el río Chufiya, en la región de Putumayo, en Colombia. (Foto, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz vía AP)

Bancos apoyan proyecto petrolero en la Amazonía colombiana

El cohete de NASA Space Launch System con la cápsula Orion se alza sobre la plataforma móvil en su traslado a la Plataforma de Lanzamiento 398 el viernes 4 de noviembre de 2022 en el Centro Espacial Kennedy en Florida. (Joel Kowsky/NASA via AP)

La NASA regresa cohete lunar a su plataforma de lanzamiento

Mas Leídas

  • Gobierno ofrece un bono por registrarse en el XV Censo de Población y Vivienda

    20003 Compartidos
    Compartido 8001 Tweet 5001
  • Este es el link para empadronarse en el XV Censo por lo que ofrecen un bono

    5679 Compartidos
    Compartido 2272 Tweet 1420
  • Sindicatos se quejan: el Gobierno no quiere fijar montos salariales

    5451 Compartidos
    Compartido 2180 Tweet 1363
  • ‘’Los Guaricheros’’ la banda terrorista de Carabobo

    3925 Compartidos
    Compartido 1570 Tweet 981
  • Mamá y abuela de la pequeña Mildred enviadas a Tocuyito

    3949 Compartidos
    Compartido 1580 Tweet 987

DIARIO LA CALLE, comprometidos con Venezuela y Carabobo. Siendo el único periódico en la entidad con circulación diaria acompañada de informaciones con alto interés e impacto colectivo

© 2021 - Todos los derechos reservados, Realizado por QUAMTUMX.COM

Sin Resultados
View All Result
  • Carabobo
  • Nacionales
  • Internacionales
  • Sucesos
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Opinión

© 2023 JNews - Premium WordPress news & magazine theme by Jegtheme.

Welcome Back!

Login to your account below

Forgotten Password?

Create New Account!

Fill the forms bellow to register

All fields are required. Log In

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In

Escribe a nuestro WhatsApp