La pareja de venezolanos Leydimar Parra y Esmeiro Fuenmayor, fallecidos en la tragedia del derrumbe del Jet Set, dejó dos niños huérfanos de 7 y 4 años, quienes están siendo cuidados por una niñera, con la ayuda de los vecinos, hasta que llegue un tío de una de las víctimas.
“Yo no sé qué hacer, los niños están preguntando por sus padres. Eso parte el alma”, expresó la persona que ha quedado como responsable del cuidado de los menores, quien, según los mensajes difundidos a través de las redes sociales, llevaba varios años trabajando con la pareja.
Por el momento, los cuerpos de Parra y Fuenmayor, de 39 y 43 años, permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) a la espera de ser reclamados por un pariente.
Un tío de los afectados aseguró que se trasladará a República Dominicana para hacerse cargo de los niños y el traslado de los cuerpos a Venezuela.