Los votantes en Portugal regresaron a las urnas el domingo para una tercera elección general en tres años, mientras el cada vez más fragmentado panorama político del país desafía los esfuerzos por buscar unidad en políticas sobre temas nacionales urgentes como la inmigración, la vivienda y el costo de vida.
Sin embargo, las esperanzas de que la votación pueda poner fin al peor período de inestabilidad política en décadas para el país de la Unión Europea de 10,6 millones de personas podrían desvanecerse. Las encuestas sugieren que la elección está a punto de dar lugar a otro gobierno minoritario, dejando a los portugueses de nuevo en la casilla de salida.
“Lo que indican las encuestas es que no habrá grandes diferencias respecto a los resultados de las últimas elecciones”, afirmó Marina Costa Lobo, investigadora principal del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa. Ese resultado podría llevar a otro complicado proceso para construir alianzas políticas en el Parlamento, expresó.
Durante los últimos 50 años, dos partidos han dominado la política en Portugal, con los Socialdemócratas de centroderecha y el Partido Socialista de centroizquierda alternándose en el poder. Es probable que también salgan ganadores en esta votación.
Información AP