José Ricardo Hernández L.
Del pueblo artesanal de Magdaleno en Aragua, solo queda su historia. Ahora, se ha convertido en un nido de la muerte, pues la banda que opera en esa zona ha tomado mayor control desde hace aproximadamente un par de años con las supuestas ventas de carros a través de Marketplace, que ha cobrado la vida de varios valencianos y más personas que viajan desde el interior del país.
Un precio atractivo, por debajo del habitual, es el gancho de los delincuentes. Publican en la red social los carros que supuestamente venden y las víctimas caen, por querer hacer «un buen negocio», pero en realidad se embarrancan hacia un lugar entonces desconocido.
Hay quienes cuentan que en Magdaleno hay poca actividad comercial. Nada iguala a lo que era a comienzos de los 2000. Muchos artesanos se han ido. Ya casi no visitan el pueblo porque, quienes conocen la otra cara, les da miedo caminar por sus calles con dinero para comprar algún mueble.
Sin embargo, hay algunos incautos que se han atrevido a pisar esa zona para comprar carros. Solo este fin de semana dos mujeres se trasladaron desde Valencia al sector El Silencio, en Magdaleno, para comprar un vehículo, pero al llegar fueron secuestradas por los de la banda. Algunas personas observaron el movimiento extraño y avisaron a las autoridades, quienes lograron rescatarlas poco después.
También este fin de semana, una familia fue rescatada de manos de los delincuentes. Los secuestraron, entre ellos estaba un bebé, toda vez que llegaran supuestamente a comprar una camioneta de pasajeros en $20 mil. Presuntamente, dos de los implicados luego fueron abatidos por la PNB.
En otro caso, dos policías fueron desde Valencia hasta la zona, escoltando a unas personas quienes pensaban comprar un carro, pero al llegar y ver que se trataba de una trampa se enfrentaron a disparos hasta que los oficiales cayeron muertos. Lo mismo ocurrió con un PNB y un ingeniero, quienes fueron hallados sin vida en Güigüe tras ser víctimas de esa misma banda.
Esto ocurre en el peor de los casos, pues también extorsionan a las víctimas y les quitan, además del dinero que llevan para la supuesta compra, más divisas para liberarlos.
En muchas ocasiones el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ha hecho campañas a través de las redes para que no caían más personas en este tipo de delitos y ahora se ha sumando la Policía Nacional Bolivariana, pero nunca falta alguien que vaya a Magdaleno y la historia nunca acaba.