(Carlos Rojas Esser) Claudymar Garcés batalló por su sueño.
La atleta carabobeña concluyó su transitar en Tokio 2020 con un diploma olímpico en karate por su destacada participación en kumite (combate) de menos de sesenta y un kilogramos.
La artista marcial porteña tuvo un bautizo de ensueño en Japón, ganando su primera pelea al enfrentar a la francesa Leila Heurlaut 8-0, Seguidamente, encaró a la representante de China, Yin Chn, ante quien cayó 2-0 y de nuevo quedó corta cuando luchó contra la turca Merve Coban para un resultado 6-2.
Pero se despidió con triunfo al subir al tatami junto a la anfitriona Mayumi Someya, a quien derrotó 8-5. Una verdadera hazaña.
Este registro no le sirvió para avanzar a las semifinales, pero tuvo una excelente actuación que le valió el honor de su diploma.
Se convierte en la primera venezolana en obtener este logro en dicha disciplina, la cual está debutando en el calendario olímpico.
En un emotivo gesto, la joven de Puerto Cabello comentó que » Mi vida ha sido karate. Mi mamá (Claudia Sequera) ha sido la única campeona mundial del karate de Venezuela en kumite. Mi papá siempre estuvo en el deporte. Estoy agradecida por todo, le dedico esto a mi abuelita (María Sequera) que murió hace unas semanas».
Como muchos atletas de la región, Garcés superó las dificultades generadas por la pandemia, el entrenamiento con escasos recursos y cumplir con sus compromisos en contra de las adversidades económicas. Este es su victoria de espíritu.
Todo Carabobo celebra el triunfo de Claudymar y confía que nuevas hazañas llegarán en su carrera en el camino marcial.