(Marlene Piña Acosta) .- La necesidad de ajustar la tarifa urbana a 20 bolívares solicitaron los conductores que pertenecen a la Federación Nacional de Transporte de Venezuela (Fedetransporte).
La información fue suministrada por Adolfo Alfonzo, miembro del comité ejecutivo de esta agrupación de transporte, señalo que en nombre de todos los afiliados hace un planteamiento sobre la necesidad urgente de ajustar la tarifa, por considerar que la actual está desfasada, ya que la estructura de costos indica que los aumentos han sido desconsiderados. Hizo referencia a los insumos tales como cauchos, frenos, batería, rodamientos, filtros, así como respuestas de partes y autopartes.
«En los casos de reparaciones mayores ningún transportista en la actualidad tiene capacidad financiera para cubrir estos costos. Cuando se presentan estos casos allí se queda la unidad prácticamente paralizada».
Manifestó que es una de las razones por las cuales van en franca decadencia. Recordó que hace algún tiempo atrás podían prestar un servicio de mejor calidad, pero con el transcurrir del tiempo, tienen un transporte envejecido.
«Hay unidades que tienen hasta 60 años de vida, y por lo tanto han cumplido con su vida útil, por lo que necesitan ser reemplazadas por unidades nuevas, y en la medida que se incorporen se está elevando la calidad de vida de los usuarios del transporte».
Anunció que hacen un llamado a Fontur para que cumpla con su origen histórico que no es otro que modernizar el transporte en Venezuela a través de los créditos que se venían haciendo hace unos 15 ó 20 años atrás.
«Se requiere a la brevedad posible del ajuste tarifario, porque estamos al borde de un colapso, el cual debería ser no menor de bolívares 20 en el transporte urbano», recalcó.
Además, precisó que en relación al dólar que está en franco crecimiento, en la oportunidad que se incrementa, indiscutiblemente se disparan los precios, y por ende los costos operativos, pues mientras se habla de un dólar a tasa del Banco Central de Venezuela, en la parte operativa cuando compran los insumos o los respuestos, los han incrementado doble y hasta tres veces, lo cual constituye como si los estuviesen cancelando al dólar paralelo.