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Tras la muerte de dos hermanos identificados como Gabriel Alejandro Almado Reyes, de 11 años y Brayan Alejandro Reyes, de 8 años, quienes murieron ahogados, el pasado 21 de julio del presente año, en el río Cabriales, mientras se encontraban jugando con otros tres niños, se han suscitado una serie de amenazas, por parte de algunos de sus parientes contra los pequeños que lograron sobrevivir ese mismo día.
Es por ello, que a nuestra sala de redacción del Diario La calle, acudió la ciudadana Windy Carolina Martus Torrelles, titular de la cédula de identidad V-14.483.334, quien hizo una denuncia pública, donde acusa a la progenitora de los fallecidos, identificada como María Fernanda, de 37 años de edad.
Martus, informó, que desde que se supo la noticia del terrible accidente que conmocionó a los habitantes del sector Los Samanes, la ciudadana María Fernanda y un hijo de la misma, constantemente amenazan y agreden a tres de sus hijos con edades de 12, 10 y 8 años, ya que aseguran son los responsables de la muerte de los hermanos Reyes.
Asimismo, detalló, que ella no presenció el terrible hecho, como aseguran algunas personas, sino que se encontraba en su casa viendo televisión, cuando le notificaron lo que había ocurrido.
De tal manera, que tras tener conocimiento, se dirigió hasta el río, donde sin pensarlo se arrojó al agua para socorrer a los pequeños, sin embargo ya estos se encontraban muertos.
De igual forma, indicó, que ella no recibió 20 dólares por la muerte de los niños, sino que más bien les tenía cariño, porque eran educados y amigos de sus hijos, dijo Martus.
Igualmente, señaló que el hermano mayor de los Reyes, no puede ver a sus hijos, ya que los agrede física y verbalmente, además de amenazar con matarlos y ahogarlos en el río, ya que los responsabilizan de la muerte, añadió la mujer.
También manifestó, que después del hecho, tiene a sus hijo en psicólogo, ya que esta situación les genera mucha zozobra, que tras las amenazas, no puede trabajar ni dormir tranquila, porque teme por la vida de sus hijos.
