Getting your Trinity Audio player ready... |
Balance de la estrategia de engatusamiento
La estrategia de Biden se ha centrado en inducir al sector gubernamental a llevar a cabo un proceso electoral con las cartas marcadas por las sanciones
La situación que ha emergido luego de las votaciones del 28 de julio sugiere que la estrategia de la administración Biden para Venezuela ha logrado parcialmente algunos de sus objetivos. En comparación, y considerando los intereses estadounidenses, parece haber superado la política de la administración Trump.
A diferencia del enfoque más agresivo promovido por Trump, la administración Biden realizó un cambio calculado en la política de Estados Unidos hacia Venezuela y diseñó una nueva estrategia que el Washington Post ha etiquetado como “estrategia de engatusamiento”. Esta política combina una fuerte presión mediante sanciones y bloqueo económico con una sutil táctica que utiliza incentivos y ofertas atractivas para alcanzar sus objetivos.
Esta política reemplazó el estilo altisonante de la era Trump con un esquema más sutil de intervención en los asuntos internos de Venezuela. Es una mezcla de fuerza y seducción que ha permitido a Washington recuperar parte del terreno en su conflicto con Caracas sin depender exclusivamente de métodos directos de confrontación.
ELECTORAL
La estrategia de Biden se ha centrado en inducir al sector gubernamental a llevar a cabo un proceso electoral con las cartas marcadas por las sanciones. La idea ha sido utilizar ese proceso para provocar una ruptura significativa, ya sea una derrota electoral o una erosión notable de la legitimidad. En teoría, este enfoque permitiría un “derrocamiento pacífico” que facilitaría la reinserción de Venezuela en la órbita estadounidense.
Por supuesto, medir los resultados de una estrategia política, especialmente el intento de cambiar un gobierno extranjero, requiere considerar diversos aspectos. No se trata solo de quién está en el poder, sino de una serie de variables interconectadas que determinan el verdadero impacto de la política seguida.
CONDICIONES
Cuando Joe Biden ascendió a la presidencia, sus equipos de confianza rápidamente determinaron que la estrategia heredada de Trump no había cumplido sus objetivos y que no había condiciones viables para continuar con esa política. Los servicios de inteligencia habían concluido que en Venezuela no existían militares disponibles para intentar de nuevo un derrocamiento. Además, las organizaciones partidistas internas estaban fragmentadas y existía un clima de desmoralización a causa de la derrota y de los escándalos de corrupción relacionados con el manejo de fondos y activos en el exterior.
PROMESAS
Al evaluar las fortalezas y debilidades en el panorama político, los equipos de la Casa Blanca determinaron que la vía electoral era el terreno más favorable para avanzar en sus objetivos. Las sanciones iniciadas durante la administración Trump habían debilitado las bases de apoyo del PSUV y sus aliados, lo que creó una oportunidad estratégica que la Casa Blanca estaba decidida a aprovechar, independientemente de quién ganara las elecciones.
Así, Washington enfocó sus esfuerzos en reintegrar a la vía electoral a todos los sectores de oposición que habían apoyado el ‘gobierno interino’. Aunque estos grupos se encontraban en una posición de ilegalidad debido a su participación en la estrategia de derrocamiento, se llevaron a cabo negociaciones que finalmente permitieron a Washington alcanzar su objetivo de reincorporarlos, a cambio de algunas promesas que no fueron cumplidas plenamente.
GEOPOLÍTICA
Para alcanzar sus metas, Washington utilizó una fórmula que incluía alivios parciales de sanciones económicas y el intercambio de prisioneros. Las negociaciones permitieron también a Estados Unidos disminuir la presión migratoria y garantizar el suministro energético mediante una alianza de intereses entre la Casa Blanca y las corporaciones petroleras.
Aunque la estrategia de engatusamiento no ha logrado el cambio de gobierno por medio de elecciones que Washington había previsto, resulta evidente que ha logrado ciertos objetivos al crear una crisis de legitimidad que antes no existía. La estrategia utilizada puede evaluarse como un mecanismo que ha sido útil para acercar a Estados Unidos a sus metas geopolíticas en el hemisferio y sumar aliados para sus planes de dominio regional.