Los docentes carabobeños salieron a las calles por segundo día consecutivo para continuar exigiendo mejoras laborales: esta vez desde las adyacencias del Colegio República del Perú en la parroquia Candelaria de Valencia.
Aunque hubo una importante presencia de funcionarios de seguridad, principalmente de los cuerpos de policía municipal, estadal y nacional, la concentración transcurrió sin violencia, pero con mucha energía por parte de los manifestantes, quienes con pitos, pancartas y consignas exhortaron al Gobierno Nacional un aumento digno del salario como demanda principal.
Al igual que el 9 de enero del 2023, y acompañados de trabajadores de otros sectores, los maestros insistieron en reclamar el cumplimiento de lo establecido en el marco jurídico venezolano en materia laboral.
“Hoy los docentes y los trabajadores, humildemente, haciendo uso de nuestros derechos, estamos en la calle en asamblea exigiéndole a la ministra de Educación, Yelitze Santaella, que cumpla con la Constitución y las leyes”, precisó Juan Tortolero , secretario general de Sitraenseñanza.
Agregó que entre las peticiones para el gremio se halla la firma de la III Convención Colectiva Única y Unitaria del Ministerio del Poder Popular para la Educación, cuya negociación tiene más de seis meses congelada. “De las 66 cláusulas que tiene el proyecto solo han sido aprobadas 17”, detalló.
A Tortolero le parece descabellado que el salario de un docente (menos de 4 dólares) no alcance para cubrir ni el 5% de la Canasta Alimentaria Familiar (522 dólares), lo que los obliga a “subsidiar” sus puestos de trabajo. “Los maestros, específicamente, cumplen otras funciones para poder pagar la alimentación de ellos y de sus hijos. Los vemos trabajando en panaderías, en supermercados”.
Piden el cese de la persecución a sindicalistas
A casi dos años del último aumento del salario mínimo en el país, la única vía que encuentran los maestros es continuar alzando sus voces, aunque ello sea “castigado” con acoso laboral.
“Muchos de los que están aquí y otros que están en las aulas tienen salarios suspendidos, o les han disminuido los bonos, pero nosotros seguiremos reclamando lo que merecemos: un contrato colectivo y un salario integral”, denunció la docente y activista por los derechos laborales, Angélica Flores.
Para Ángel Hernández, otro educador, se trata de políticas antipopulares y antiobreras que no concuerdan con los principios socialistas que profesan las autoridades públicas de la nación. “Basta de persecución a los líderes sindicales. El miedo a la persecución existe, pero van a tener que construir más cárceles porque vamos a seguir en la lucha”.
“La esperanza del pueblo venezolano está en las manos de nosotros, los docentes. El año pasado empezamos una rebelión y la mantendremos”, añadió.
Tras la asamblea, los docentes caminaron hacia la Av. Lara y marcharon algunos metros en dirección a la estación del metro Lara, a la altura de la Av. Las Ferias.