(Marlene Piña Acosta).- Los restos mortales del Siervo de Dios monseñor Salvador Montes de Oca, ya reposan en su nueva morada la capilla de Nuestra Señora de Coromoto, ubicada en la Catedral de Valencia, luego de la solemne eucaristía, presidida por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Caracas, con la presencia de cientos de fieles.
Como un día histórico para la Iglesia venezolana fue considerado este sábado 12 de agosto, por el paso importante que significa en el proceso de beatificación del obispo nativo de Carora, fusilado por los nazis en Italia.
En la eucaristía, concelebraron monseñor Diego Padrón, recién nombrado Cardenal; monseñor Saúl Figueroa, administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Valencia, y monseñor Carlos Curiel, arzobispo de Carora, con la presencia de todo el Clero Arquidiócesano de Valencia y seminaristas.
A las 9 de la mañana se iniciaron los actos con la procesión de traslado de los restos mortales desde la capilla Siervas del Santísimo, donde permanecieron en custodia para para los respectivos estudios forenses de verificación científica y restauración del conjunto óseo, tras llevarse a cabo su exhumación en la Catedral de Valencia, el pasado 22 de mayo, donde estaban sepultados desde el 15 de junio de 1947, traídos desde Italia, y extraídos de la fosa común de los monjes cartujos asesinados en la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, durante los primeros diez días del mes de septiembre de 1944.
La procesión de este sábado recorrió la avenida Urdaneta hasta llegar a las 9:30 de la mañana a la Catedral de Valencia, e ingresar por la nave central. Frente al Altar Mayor, fue puesto el cajón de madera con el cristo original, cerca de la imagen venerada de la Virgen del Socorro, quien fue colocada del lado izquierdo del altar.
Los cantos de la misa fueron interpretados por el Coro Arquidiócesano de Valencia “Nuestra Señora del Socorro”, bajo la dirección musical y coordinación de Ana Virginia Oviedo Arpaia, acompañado de un ensamble instrumental arquidiócesano.
El templo estuvo lleno de feligreses, tanto que muchos presenciaron la eucaristía de pie. En la ceremonia, estuvieron presentes familiares de monseñor Salvador Montes de Oca, y de la Fundación Salvador Montes de Oca, encargada de promover la causa de beatificación, además de autoridades de la ciudad, encabezadas por el alcalde de Valencia, Julio Fuenmayor; la rectora de la Universidad de Carabobo, Jessy Divo de Romero; Marina Giménez de Bencomo, presidenta de la Cofradía Nuestra Señora del Socorro; Sociedad Amigos de Valencia, Academia de Historia de Carabobo, entre otras personalidades, devotos y fieles.
En el inicio de su homilía, el cardenal Baltazar Porras, agradeció a las religiosas de las Siervas del Santísimo por custodiar en estas semanas los restos mortales, y al equipo médico de patólogos que levantaron el informe que forma parte del protocolo de la parte Diocesana de beatificación de monseñor Montes de Oca.
“Estamos en un día muy especial, porque lo primero en ser agradecidos, y hemos cantado en el salmo de hoy ´aquí estoy Señor para hacer tu voluntad´. Y aquí estos restos de monseñor Salvador Montes de Oca para hacer su voluntad”, destacó.
Consideró necesario reconocer, como dice la carta a los Hebreos, la primera lectura de esta Solemne Eucaristía, la entrega de los corazones como lo hizo Monseñor Salvador Montes de Oca, quien se distinguió por su perseverancia y entrega hasta ser un mártir. “La cercanía espiritual a quien dio su vida por los demás debe mantenerse siempre”.
“Debemos ser los que sigamos sembrando las virtudes principales del cristianismo para que los excluidos sean el centro de nuestra atención y los hermanos necesitados sean el centro de nuestro servicio, así como lo hizo este siervo de Dios”, destacó Baltazar Porras.
Agradeció a nuestro querido Monseñor Reinaldo Del Prette por ser el motivador de la causa de beatificación de este siervo de Dios.
Al finalizar la eucaristía, Reyna Montes de Oca, en representación de la Fundación Salvador Montes de Oca, entregó reconocimientos a quienes son testimonios vivos del II Obispo de Valencia.
En su discurso, pidió un fuerte aplauso para monseñor Reinaldo Del Prette Lissot, quien introdujo la causa ante el Vaticano en compañía del Cardenal Baltazar Porras, y recordó la vida, obra, muerte, y causa de beatificación del Siervo de Dios.
“Para el proceso de beatificación de este Obispo mártir que murió en olor a Santidad hoy en un día muy importante, por el paso adelante que estamos dando en su camino a los altares”.
“Para la familia es un día de muchas emociones. Hoy nos tocó estar aquí frente a los restos mortales de nuestro querido obispo, igual como hace 76 años. Estos mismos restos fueron recibidos y enterrados por nuestros familiares, dos de esos sobrinos están aquí con nosotros, y aunque eran muy niños y no asistieron al entierro, tienen en sus memorias lo que significó para la familia recibir y enterrar al querido Salvador”.
“Pero para ustedes fieles de Valencia, hoy es un día memorable. Este sacerdote, quien fue el II Obispo de la Diócesis, monseñor Salvador Montes de Oca, escribió una parte muy importante de la historia de esta Iglesia valenciana”.
Luego los restos fueron trasladados en procesión hasta la nueva tumba en la capilla Nuestra Señora de Coromoto, construida por la arquitecto Vitsuga Rodríguez, junto a un equipo de colaboradores.
