Por: Eduardo Chapellín
“El plano secuencia es una herramienta narrativa que a mi desde hace mucho tiempo como director me ha gustado muchísimo. De hecho, mi primera película, Espejos (2015) hice dos planos secuencias bastantes largos. Uno duraba como siete minutos. Así que es una herramienta que a mí siempre me ha gustado, inclusive en mis trabajos en televisión. En Dramáticas (2023), la última serie que dirigí en Venezuela lo usé muchas veces”, esbozó César Manzano, director y uno de los protagonistas de Visceral, que está en las salas de cine en el país
Por lo cual cuando este director escribió esta producción, “tenía en mente contar completamente una historia a través del plano secuencia. Por lo tanto, si estaba premeditado esta opción”.
Sobre la historia, César Manzano fue enfático: “Es completamente original. De una ficción, digámoslo así: del milagro de la creación dramática. No tiene ningún referente. No conozco de ningún caso (risas) donde haya pasado algo así, aunque en este mundo cosas así deben haber pasado. Es una ficción a un ciento por ciento”.
La cinta ha ganado varios premios, el más reciente como mejor película independiente en el Festival de Cine Independiente de Montreal, Canadá. También en el Festival del Cine Venezolano 2024 y Festival Entre Largos y Cortos de Oriente (ELCO) 2024 logró varias estatuillas tanto en lo actoral, como en lo técnico.
La película se las trae, ya que es un thriller psicológico que cuenta la historia de una joven pareja caraqueña en crisis (Jhon y Susana), enfrentada a un mundo de corrupción, lavado de dinero y secuestro. Contada en solo tres planos secuencia, la historia transmite la sensación de tiempo real que llevará a la audiencia a ir descubriendo la trama detrás de cada personaje.
Este trabajo sólo utilizó cinco actores: Irene Esser (Susana); José Ramón Barreto (Jhon); Fabiola Arace (Nela); Vicente Peña (Oscar); y César Manzano (Iván) y dos locaciones, pero como le señaló Manzano al colega Luis Jesús González Cova: “La idea de usar el plano secuencia responde a la búsqueda de un lenguaje, como director, que se adapte a la realidad de una industria audiovisual que está renaciendo de las cenizas, por decirlo así”.
CAMINOS ALTERNOS
“También una respuesta creadora al escaso interés de los capitales a apostar al negocio del cine en Venezuela. Al final no debemos hacernos dependientes de los costos, podemos crear caminos alternos que vayan ‘oxigenando el cuerpo’. En ese sentido, me parece que Visceral es un acto de rebeldía”, le agregó contundente a Cova.
Y lo que se ve en pantalla no tiene desperdicio, apreciándose el trabajo fuerte de ensayos, recalcando además que esta gente está curtida en cine, televisión y, sobre todo, las tablas en los casos de Fabiola Arace y Vicente Peña. Quienes asistan al cine saldrán sorprendidos con los giros que tiene esta historia que en ningún momento pierde el ritmo.
Cuando le referimos qué si su próxima cinta tendrá mucho drama también, dio una “vuelta de tuerca”, al responder que “mi próximo proyecto cinematográfico es todo lo contrario. Estoy dando un giro de 180° grados, puesto que estoy en estos momentos escribiendo junto a José Ramón Barreto (protagonista de Visceral) y Claudia Uzcátegui, una escritora que acaba de sacar su segundo libro. Los tres hemos creado una historia de Navidad venezolana. Va ser nuestro próximo proyecto y será la primera película”.
“Se llama Niño lindo, lo que quiere decir que la próxima historia que voy a hacer será totalmente llena de luz, nada de obscuridad, más bien queremos hacer una película muy especial sobre el amor, la redención, el perdón, la paz… sobre los valores venezolanos que están verdaderamente en nuestra fundación como país, como sociedad, que son esos valores hermosos, Esperamos con ansias estrenarla en la Navidad del año entrante”, finalizó este siempre optimista caballero.