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Por ASTRID SUÁREZ Associated Press
BOGOTÁ (AP) — Colombia está intentando dar un nuevo aliento a la apuesta diplomática, junto a Brasil y México, para mediar en la resolución de la creciente tensión en Venezuela entre el presidente Nicolás Maduro y la oposición luego de los cuestionados resultados electorales.
El personal diplomático colombiano trabaja para poner al teléfono a Maduro y al presidente colombiano Gustavo Petro, considerado uno de sus aliados, según dijo a The Associated Press Jorge Rojas, viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia.
Esa llamada, que ha generado expectativa desde hace varias semanas, se podría dar en los “próximos días”, según el funcionario que participa en los acercamientos.
Inicialmente, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, había planteado a la prensa la posibilidad de una reunión virtual entre Petro, Maduro y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pero el encuentro quedó en vilo luego de que Colombia y Brasil advirtieran a principios de septiembre su preocupación por una orden de detención contra el excandidato presidencial opositor Edmundo González, quien finalmente huyó al exilio en España.
Petro y Lula también han sugerido que están de acuerdo en que se vuelvan a realizar las elecciones, lo que tampoco ha cosechado consenso en Venezuela. “A Maduro todavía le quedan seis meses en el cargo. Si tiene sentido común, podría hacer un llamado al pueblo de Venezuela, quién sabe incluso convocar nuevas elecciones”, propuso el mandatario brasileño semanas atrás.
Su par colombiano, además, ha barajado otras opciones como replicar en Venezuela un acuerdo político hecho en Colombia en el siglo pasado en el que los partidos tradicionales y antagonistas del país se turnaron el poder, luego de brotes de violencia.
Con el pasar de los días, las propuestas de los países vecinos no han derivado en acuerdos entre Maduro y sus opositores y se han sumado más tensiones, como la salida al exilio de González, quien desde España denunció que para poder salir de Venezuela, donde tenía una orden de detención, altos funcionarios del gobierno lo coaccionaron a firmar una carta en la que reconoce su derrota. Desde Caracas han negado esa versión.