El propietario del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, aseguró el sábado que ordenó a sus mercenarios que dejaran de marcha hacia Moscú y que se retiraran a sus campamentos en Ucrania para evitar derramar sangre rusa.
El anuncio pareció calmar una crisis creciente. Moscú se había preparado para la llegada de llos soldados del contratista militar privado ruso dirigido por el comandante rebelde. El presidente Vladímir Putin había advertido que enfrentaría consecuencias severas.
Prigozhin no dijo si el Kremlin respondió a su demanda de expulsar al ministro de Defensa, Sergei Shoigu. No hubo comentarios inmediatos del Kremlin.
El anuncio siguió a una declaración de la oficina del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, que dijo que negoció un acuerdo con Prigozhin después de hablar previamente del tema con el presidente Putin.