(Por: Rubén Limas Telles)
El descubrimiento del ADN (Ácido Desoxirribonucleico ) ha constituido uno de los mayores hitos de la historia del mundo y del conocimiento interno del ser humano.
Justamente es el 25 de abril cuando se celebra el Día Mundial del ADN. Fue un día como ése en el año 1953, que se descubrió esta importante estructura genética para la humanidad. Hace 71 años dos importantes científicos, “el estadounidense James Watson y el británico Francis Crick”, mostraron al mundo la molécula de doble hélice que revolucionaría a la ciencia médica. Junto a ellos también sus colegas Maurice Wilkins, Rosalind Franklin.
El ADN tiene la capacidad de replicarse y traspasar información de una generación a otra. Así llegó entonces la era de la genética, que a su vez fue reforzada por dos hechos siguientes a este descubrimiento: En abril de 2001 se declaró que el Proyecto Genoma Humano tenía más del 90 % del genoma secuenciado, el que finalmente se completó en 2003. La primera versión preliminar del “Genoma Humano” se publicó en la revista “Nature” en febrero de 2001, con 90 % de la secuencia. Finalmente es en abril del 2003 que se completó la secuencia genética. El Proyecto del Genoma Humano fue un valioso programa de investigación internacional, que se trazó como objetivo “mapear” todos los genes humanos. Así se definió la palabra “Genoma”: todos nuestros genes juntos.
Con este importantísimo descubrimiento se ha podido ir conociendo la condición genética de muchas enfermedades y se ha avanzado en su tratamiento y curación. Quizás muy pronto podamos erradicarlas de la condición humana; es el caso de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares, los distintos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, enfermedades renales y tiroideas.
Otros hechos que se han dado en importantes universidades del mundo como Oxford, Cambridge, Harvard es el hecho de que se está investigando a través de la información genética el envejecimiento. Tal como lo señalamos en un artículo de opinión pasado, en el libro “La Muerte de la Muerte” de José Luis Cordeiro nos habla muy claro de todos los adelantos que vienen dándose en ese sentido. Le daremos “muerte” al envejecimiento y con ello a la mismísima muerte por “causas naturales”. Algo así como encontrar el elixir de la vida o la fuente de la eterna juventud.
Hoy a 71 años de aquel descubrimiento y a punto de hallar más información valiosa para la salud de la humanidad, resaltamos de manera significativa este hecho de la historia de la medicina, que quedó reseñado en la revista científica “Nature”. La misma que años después publicaría la secuencia genética completa.
Desde el 2003, cuando se concluyó en la compresión de la secuenciación genética, dimos grandes pasos para aplicar el diagnóstico y tratamiento genético a muchas enfermedades de hoy. Pero quizás lo más importante, alcanzaremos altos estándares en la medicina predictiva y preventiva. Se han incorporado nuevos estudios que aplican la tecnología de análisis genético y molecular. El estudio de nuestros genes será de gran utilidad, y esto ahora es rutina de laboratorios en todo el mundo. También podremos monitorear y vigilar nuevos organismos patógenos con alto grado de virulencia, capaz de generar nuevas pandemias. Una de las mayores experiencias a este descubrimiento lo generó la pandemia del Covid 19, fue así como en tiempo récord se pudo desarrollar las vacunas para contrarrestarlo. Lo que no pudo hacer las desigualdades económicas, que privaron a muchos países pobres de tenerla de inmediato.
Nos sumamos entonces a la celebración de este importante Día Mundial del ADN.
Postdata: Ojalá podamos estudiar el ADN de los venezolanos para descifrar ese comportamiento sui generis que tenemos frente a distintas situaciones adversas del país. Somos únicos, y eso también hay que investigarlo.
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