En un movimiento sin precedentes, el zar fronterizo del presidente Donald Trump, Tom Homan, reveló que Estados Unidos planea comenzar a deportar a migrantes venezolanos de regreso a su país en los próximos 30 días, según indicó en una entrevista con The New York Times.
Este anuncio se produce después de que el gobierno de Trump llegara a un acuerdo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La semana pasada, la administración de Trump aseguró la liberación de seis estadounidenses detenidos en Venezuela y convenció a Maduro para aceptar vuelos de deportación para los “extranjeros ilegales” residentes en Estados Unidos. A cambio, Maduro, acusado de presuntas “violaciones de derechos humanos”, recibió una visita pública de un alto asesor de Trump, Richard Grenell. Esta reunión marcó un hito diplomático, con ambos líderes estrechando manos y Maduro anunciando un compromiso con el “diálogo entre iguales”.
El gobierno venezolano aún no ha confirmado oficialmente la aceptación de los deportados, pero si se concreta, marcaría un cambio significativo en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. Durante su primer mandato, Trump intentó “derrocar a Maduro con sanciones económicas” y apoyando al líder opositor Juan Guaidó. Sin embargo, con el creciente número de venezolanos buscando refugio en Estados Unidos, la dinámica ha cambiado.
Además, otros cambios en la política estadounidense podrían incluir el levantamiento de sanciones al sector petrolero venezolano y la reanudación de vuelos comerciales directos entre ambos países