Meinrad Spenger, consejero delegado de Masorange, ha mostrado hoy el camino que va a seguir en los próximos años la compañía ante el rápido avance de la tecnología y el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) generativa. “Queremos pasar de ser un operador de telecomunicaciones para convertirnos en un proveedor de servicios tecnológicos, ofreciendo servicios en la nube o ciberseguridad”, ha asegurado durante su participación en el séptimo congreso de directivos organizado en Santiago de Compostela por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).
“Tan solo este año se espera una inversión en total de 160.000 millones de euros en el desarrollo de la IA, que tendrá más impacto en la economía mundial que Internet o que la electricidad”, ha dicho. En su opinión, “las empresas tienen que estar preparados y formar a sus empleados para contar con bases de datos bien hechas y coherentes y poder beneficiarnos de este desarrollo”.
El consejero delegado de MasOrange no tiene ninguna duda de que “en 2030 solo habrá dos tipos de empresas, las que usan la inteligencia artificial de forma correcta y las que no existen” y el objetivo de la compañía que dirige, con medio millón de clientes empresariales, la gran mayoría pymes, es “poder facilitarles ese camino”.
El desarrollo del 5G
En la misma línea también, el consejero delegado de MasOrange ha reivindicado también la necesidad de hacer realidad el 5G avanzado, que permitirá nuevas aplicaciones y servicios. “Creemos que en diez años van a existir más robots humanizados que personas en la tierra y la conexión será total gracias al Internet de las cosas”, ha asegurado, sentenciando además que “queremos tener el mejor talento, y no solo tecnológico, ser líder en satisfacciones de los clientes y tener un impacto positivo en la sociedad”.
Masorange ultima estos días la elaboración de un plan estratégico que guiará los pasos de la compañía durante, al menos, los tres próximos años. El trabajo, en el que participa la consultora McKinsey, prevé anunciarse en breve una vez formalizado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), con dos centenares de trabajadores que se han apuntado al plan de salidas voluntarias. Las principales directrices de la teleco anticipan inversiones por valor de 4.000 millones de euros hasta 2027 y mayores esfuerzos en la reducción de la deuda.