Frank Quintero: “Estoy abierto para hacer cosas al estilo de los demás”
Por: Eduardo Chapellín
“Hay un universo afuera que existe y que no conozco (como músico). Estoy abierto con las nuevas generaciones, y a diferentes géneros, para hacer cosas al estilo de ellos y no al mío”, reflexionó Frank Quintero
El caraqueño estará en el escenario junto a un ensamble de 150 músicos de cinco de las agrupaciones del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles en el espectpaculo titulado Historias detrás de su historia. “Para este proyecto ambicioso en general trabajaron más de 400 personas. Es un sueño hecho realidad. Ese día cantaré 20 de mis canciones, claro está, estarán las más emblemáticas”, prometió.
De acuerdo al artista, fue muy difícil seleccionar los temas para este repertorio entre tantos temas que han tenido éxito entre el público de varias generaciones. Por supuesto, advirtió hay varios temas “que son obligados” incluir en el programa. Finalmente se escogieron 20 composiciones entre las más conocidas, sumadas a otras que formarán parte de su próxima producción.
En esta ocasión, el cantautor confió buena parte de sus propios temas seleccionados para que fueran arreglados por los cinco directores de las agrupaciones del Sistema involucrados en esta iniciativa.
“Y llegué a una época (de cara al concierto), durante los últimos meses, que yo cerraba los ojos y veía partituras, partituras. Entonces en las reuniones decidimos que vamos a hacer una cosa: vamos a repartir los arreglos entre entre los diferentes directores de los ensambles. Dije ‘voy a escribir para las canciones más icónicas’ y el resto lo repartimos y me sirvió. ¡Guaoo! En especial el de los niñitos, hay que verlo para creerlo… Hasta ahora ha sido como una maqueta de arquitectura y estoy muy contento con el resultado”, celebró Quintero.
El concierto será grabado en video y muy probablemente el material se incluya en un documental sobre su trayectoria artística. El artista aprovechará además este espectáculo experimentar una experiencia única con instrumentos que nunca ha tocado en público, pero tiene con ellos una relación particular
“Hicimos como un tarantín donde inclusive voy a tocar cosas (instrumentos) que nunca había tocado, como el vibráfono con el que tengo una historia de amor y dolor, porque es dificilísimo. Voy a tocar también el piano, la batería y el contrabajo porque mi papá me lo enseñó y es un instrumento que adoro. De hecho, mi papá me regaló su primer contrabajo con el que yo crecí. Y pensaba tocar flauta, pero tengo un rollito con la respiración y no lo voy a hacer” reveló.
Y sobre tocar tal o cual instrumento, tiene su teoría particular. En su opinión “El instrumento tiene que respetarte y tú tienes que perderle el respeto, porque si no, no suena y estos chamos lo están entendiendo gracias al Sistema”.
Quintero resaltó la energía y alegría de 400 personas involucradas en este espectáculo y las buenas vibras del equipo que se ha convertido en una especie de familia Inclusive, por el respeto que le demuestran, se va a mandar a hacer unas franelas con la frase “No me llames maestro, dígame Frank”.
“Este concierto es un sueño no soñado, que te cayó así del cielo y por eso debemos ser agradecidos. El hecho de que cada una de estas personas esté trabajando para esto, que tengan tanta emoción como uno, es algo maravilloso”, reconoció.
SEGUNDO BAILE
El reconocido cantautor, que formó parte del boom de la música venezolana de los años 80 del siglo pasado, adelantó que su próxima producción, prevista para presentarla el año entrante, se titulará Un segundo baile, “y esta vez voy a dividir las cosas. Me voy a dar un gusto yo y, segundo, para complacer lo que ustedes quieren escuchar. Yo me siento más adaptado a esta época. Además lo voy a producir con mi disquera”.
En la amena rueda de prensa, Quintero, con más de seis décadas de carrera artística, considera que su trayectoria ha tenido sus altos y bajos. “Si hay éxito es porque hay un ingrediente que llega al público”, consideró
Como en los inicios del rock en Venezuela, Quintero y la banda que tenía en los comienzos de los años sesenta hacían versiones de los éxitos en inglés, sobre todo popukarizados por bandas inglesas. “Tocábamos en fiestas con Billos’s Caracas Boy. Por cierto, Billos nos veía mal. Nos pagaban 700 bolívares por toque y le propuse a mis compañeros que nos ahorráramos ese dinero y pagáramos unas horas de grabación, a ver cómo sonábamos”.
Ese esfuerzo devino en que Frank escribiera temas propios en español. Una de las canciones, “Escaleras de tu mente” (inspirado en un tema de Led Zeppelin) empezó a sonar en la radio y lograron una contrato con Philips, que luego pasó a ser CBS: “Tenía libertad creativa para escribir y creánme que no lo hacía para ser famoso, sino porque tenía todas esas cosas (letras) en mi cabeza”, contó
Sin embargo luego de varios discos la fama comenzó a llamarle la atención, “Por lo que vino la segunda parte que es el negocio de la música. Entonces nos contrató una disquera que se llamó Sonorodven y era venezolana. Estaba feliz con CBS porque sacaban nuestros discos, pero en la nueva disquera nos dijeron que nos iban a llevar al segundo piso. Yo no quería ser famoso. Eso se dice, pero después que lo eres, otro gallo canta”, reveló
Comenzó con un primer disco, siempre con la condición de su libertad creativa. Se trató de “La calle del atardecer” (1985). “Me dieron todo lo que les pedí y, por primera vez, me senté a escribir más de 50 canciones, de las cuales escogimos ocho que fueron ocho número uno. Prácticamente todas las canciones estaban súper pensadas, el ritmo, las letras. En fin, logramos un disco de platino, le dimos la vuelta a Venezuela cincuenta veces”, rememoró.
Para el segundo disco pegó el tema “Baila conmigo” y “Ya nos somos los mismos”, que también fueron éxitos, en parte por ser temas de telenovelas.
“Luego para el tercer disco, dije ‘voy a hacer lo que yo quiero’. Escribí canciones que me gustaban a mí. Tremendo error, porque la música no es para mí, la música es para ustedes”, advirtió
Al final, esa producción se quedó engavetada, por lo que no sonó en la radio. Total, el presidente de la compañía odió la producción, porque no eran canciones para radio, sino elitescas. El disco pasó por debajo de la mesa, hasta que Leonardo Padrón llamó a Quintero para que le escribiera una canción para su telenovela Amantes de luna llena, específicamente para una de las subtramas y pegó.
“El disco pasó de estar engavetado a triple platino en una semana. Le dimos la vuelta a Venezuela e hicimos un concierto sinfónico que se llamó ‘Canciones para luna llena’ y el presidente de la compañía me amó de nuevo… y yo aprendí mi lección: si te metes en la industria, tienes un compromiso por las personas que apostaron por ti”.
A partir de esa experiencia el artista aprendió la importancia de cumplir ciertos cánones para complacer los gustos del público. “Si me aparezco mañana con un disco de reguetón y creo que hasta ahí me escucharán”, vaticinó.