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Fuerzas armadas por Irán podrían participar en represalia contra Israel por muerte de líder de Hamás

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Por JON GAMBRELL undefined
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Al tiempo que Irán amenaza con responder al asesinato en Teherán del líder de Hamás Ismail Haniyeh —del cual culpan a Israel—, las milicias regionales que la República Islámica ha armado durante décadas podrían desempeñar un papel en cualquier ataque.
A continuación, un vistazo a la historia de Irán en el armamento de milicias, sus aliados en la región y el papel que podrían desempeñar.
¿POR QUÉ IRÁN HA ARMADO FUERZAS INTERMEDIARIAS?
La política de Irán de armar milicias se arraigó tras la Revolución Islámica de 1979. Antes de ella, Estados Unidos suministraba importantes sistemas de armas —incluidos aviones de combate F-14 Tomcat— al gobierno del sha Mohammad Reza Pahlavi. Después de la revolución y de la crisis de los rehenes en la embajada de Estados Unidos, cesaron esos envíos y los programas de mantenimiento que requerían.
La guerra de ocho años que Irán mantuvo con Irak en la década de 1980 destruyó gran parte de su arsenal. Las sanciones internacionales contra Irán —entre ellas las relacionadas con su programa nuclear— también han impedido que reciba armas nuevas, mientras que Israel y los Estados árabes del Golfo aliados de Estados Unidos han recibido armas avanzadas. Aunque Irán desarrolla su propio programa de misiles, no puede igualar esas armas sofisticadas y depende de las milicias como amenaza asimétrica para presionar tanto a Israel como a Estados Unidos.
¿QUIÉNES SON LOS ALIADOS REGIONALES DE IRÁN?
El suministro de armas por parte de Irán comenzó propiamente en la década de 1980, cuando fuerzas chiíes de Líbano se enfrentaron a Israel. Se convirtieron en la milicia Hezbollah. El suministro de armas se amplió tras la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos en 2003, que derrocó al dictador Saddam Hussein, enemigo desde tiempo atrás de Teherán. Irán respaldó firmemente al presidente sirio Bashar Assad en la larga guerra de su país. Y la República Islámica ha continuado siempre que ha surgido la oportunidad —incluso ha armado a milicianos suníes aunque se considera a sí misma como la defensora mundial de los musulmanes chiíes. Esas relaciones son manejadas por la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán, uno de los grupos armados más poderosos de Oriente Medio.
Entre las milicias en el autodenominado “Eje de la Resistencia” de Irán se encuentran las siguientes:
Milicias iraquíes
En Irak, Irán apoyó a varias fuerzas que se movilizaron en 2014 para combatir contra el grupo Estado Islámico. Esas milicias principalmente chiíes y sancionadas por el Estado —conocidas como las Fuerzas de Movilización Popular— se han convertido en una poderosa facción política, armada con misiles, drones y otras armas. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un grupo de investigación de seguridad internacional, riesgos políticos y conflictos militares, calcula su fuerza en unos 180.000 combatientes.
Otros grupos extremistas más pequeños o poco conocidos han surgido y también se han adjudicado ataques contra las fuerzas estadounidenses durante esta guerra entre Israel y Hamás. Grupos armados respaldados por Irán atacaron a personal estadounidense en Irak más de 60 veces entre octubre y el 4 de febrero, según el Servicio de Investigación del Congreso. El más mortífero se produjo el 28 de enero, cuando, según Estados Unidos, una aeronave teledirigida lanzada por milicias iraquíes apoyadas por Irán impactó una instalación conocida como Torre 22 en Jordania, en la frontera con Siria, y mató a tres soldados estadounidenses e hirió a docenas más.
En respuesta, los ataques aéreos de Estados Unidos alcanzaron más de 85 objetivos en siete ubicaciones, incluidos cuarteles generales de comando y control, centros de inteligencia, cohetes y misiles, lugares de almacenamiento de drones y municiones, y otras instalaciones de las milicias o de la Fuerza Quds expedicionaria de la Guardia Revolucionaria.
Hezbollah, en Líbano
Hezbollah se formó en 1982 durante la ocupación israelí del sur de Líbano. Israel aún es muy cauteloso con Hezbollah, en particular por el vasto arsenal de misiles que se cree que posee y sus fuerzas curtidas en batalla que también apoyaron a Asad en Siria. Si bien Israel tiene sistemas de defensa antimisiles sofisticados —incluido su sistema Cúpula de Hierro—, un bombardeo masivo al mismo tiempo de Hezbollah y otros grupos podría abrumar al país. Las estimaciones sugieren que Hezbollah cuenta con un arsenal de 150.000 cohetes y misiles, incluidos misiles guiados de precisión.
La milicia también ha sido culpada de atentados suicidas, incluyendo un atentado con bomba en 1983, en Beirut, que mató a 241 militares estadounidenses —aunque el grupo sostiene que no estuvo detrás del ataque—. Hezbollah también tiene drones y sistemas de misiles tierra-aire. Las fuerzas de Hezbollah suman hasta 25.000 combatientes a tiempo completo, con decenas de miles adicionales en sus reservas, según una evaluación militar israelí. El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, dijo en 2021 que el grupo tenía 100.000 combatientes entrenados.
Fuerzas extremistas palestinas
A pesar de ser suníes, tanto el grupo radical palestino Hamás como la Jihad Islámica han recibido armamento y otros suministros de Irán. No obstante, los grupos han sido duramente golpeados por Israel desde el ataque del 7 de octubre de Hamás que dio inicio a la guerra, en el que sus milicianos mataron a 1.200 personas y tomaron a otras 250 como rehenes. La guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza desde entonces ha matado cuando menos a 39.580 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes en su recuento. El ejército de Israel afirma que ha abatido a unos 15.000 extremistas en la guerra.
Rebeldes hutíes de Yemen
Desde 2014, los hutíes tienen tomada Saná, la capital de Yemen, como parte de la ruinosa guerra de ese país. Siguen la fe chií zaidí, una rama del islam chií que se encuentra casi exclusivamente en Yemen. Si bien en términos generales es una fuerza insurgente, el grupo —con el apoyo de Irán— ahora puede lanzar ataques con drones y misiles que han causado disrupciones severas en el transporte marítimo en el corredor del Mar Rojo y que incluso han llegado a Israel.
Los esfuerzos de la Armada de Estados Unidos por detener los ataques contra los buques de carga han llevado al combate continuo más intenso que sus marineros han enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial, pero aún no han puesto fin a los ataques. No obstante, el grado de comando directo que Irán ejerce sobre los hutíes es aún un tema de debate entre los expertos.
Los ataques de los hutíes han elevado su perfil internacional a la vez que reprimen la disidencia en su país. Los rebeldes afirman que han reclutado a 200.000 combatientes adicionales desde que lanzaron sus ataques. Los rebeldes y sus aliados tienen una fuerza de combate de unos 20.000 milicianos, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
¿CÓMO PODRÍA SER UN ATAQUE DE REPRESALIA?
En abril, después de un ataque israelí contra el complejo de la embajada iraní en Siria, Irán lanzó 170 drones con bombas, más de 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos hacia Israel. Israel, Estados Unidos y otros países derribaron muchos de los proyectiles, algunos de ellos provenientes de Yemen.
Irán podría lanzar un ataque similar, pero esta vez Hezbollah podría involucrarse, ya que la milicia busca vengarse del ataque israelí que mató al comandante sénior Fouad Shukur la semana pasada. Un asalto de ese tipo podría debilitar las defensas aéreas israelíes, lo que significa más ataques con misiles que aumentarían el riesgo de víctimas —y de una mayor escalada que los expertos temen que pueda conducir a una guerra regional más amplia.

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