Por ILLIA NOVIKOV Associated Press
KIEV, Ucrania (AP) — Rusia afirmó el lunes que ha capturado la aldea de Levadne en el sur de Ucrania en un momento en que sigue buscando puntos débiles en el frente de 1.000 kilómetros (600 millas), incluyendo en áreas del este que son el enfoque primordial de Moscú previo a la llegada del invierno.
Por su parte, las autoridades ucranianas no reportaron ningún ataque nocturno con drones Shahed por primera vez en unas seis semanas, luego que hace cinco días informaron que atacaron un almacén en la región rusa Krasnodar que aparentemente contenía alrededor de 400 de esos drones.
Levadne, en la región de Zaporiyia, fue capturada por los rusos al inicio de su invasión que comenzó el 24 de febrero de 2022, pero fue retomada por los ucranianos en una contraofensiva durante el verano de 2023.
Autoridades ucranianas no comentaron sobre la posible toma de Levadne, aunque habían señalado que el ejército ruso estaba acumulando efectivos en las cercanías y estaba realizando asaltos locales a finales de la semana pasada.
Las fuerzas ucranianas a duras penas resisten el poderío militar ruso, especialmente en la región oriental de Donetsk, y no tienen ni las armas ni el personal para lanzar una contraofensiva. Aunque los avances rusos han sido incrementales, se van acumulando a medida que los ucranianos retroceden.
Ucrania afirma que necesita más ayuda occidental para tener la posibilidad de mantener a raya la invasión rusa.
Rusia se anexó ilegalmente cuatro regiones de Ucrania, incluyendo Zaporiyia, en septiembre de 2022. El presidente ruso Vladímir Putin ha demandado la retirada de las fuerzas ucranianas de esas cuatro regiones como condición para un posible acuerdo de paz, lo que ha sido rechazado tajantemente por Ucrania y países occidentales.
La semana pasada, el mando militar ucraniano reportó haber dado al blanco en un almacén de drones Shahed dentro de Rusia.
“La destrucción del almacén de drones Shahed reducirá significativamente la capacidad de los ocupantes rusos de aterrar a los habitantes pacíficos de ciudades y aldeas ucranianas”, sostuvo en ese entonces el mando militar ucraniano.
Ucrania está decidida a demostrar a Occidente que no se está dando por vencida pese a la invasión de su vecino mucho más grande. Una incursión en la región rusa de Kursk dejó a efectivos ucranianos en suelo ruso por más de dos meses.
Los rusos han podido recapturar algo de territorio en Kursk pero los ucranianos están capturando aún más, según Oleksandr Kovalenko, analista militar de Information Resistance, un centro de estudios militares basado en Kiev.
Kovalenko dijo a The Associated Press que la llegada de la neblina y la nieve del invierno afectará el uso de drones, un elemento importante de la estrategia militar ucraniana.
Ucrania ha desplegado sofisticados drones de largo alcance para atacar objetivos dentro de Rusia, incluyendo aeródromos, refinerías petroleras y arsenales.
La Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania indicó el lunes que destruyó un avión de transporte militar ruso, un Tu-134, en un aeródromo militar en la región rusa de Orenburg.
Por otro lado, Rusia atacó la infraestructura portuaria en la ciudad de Odesa, en el sur de Ucrania, con un misil balístico el lunes, matando a una persona e hiriendo a otras ocho, además de dañar dos buques mercantes, según autoridades.
El ataque dañó instalaciones de almacenamiento de granos, grúas de carga, instalaciones administrativas, equipos portuarios y vehículos, dijo el viceprimer ministro ucraniano para la Restauración, Oleksii Kuleba, en su canal Telegram.
Los recientes ataques a las instalaciones portuarias de Odesa parecen tener como objetivo perturbar las exportaciones de cereales y otros alimentos básicos del país.
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Samya Kullab en Kiev, Ucrania, contribuyó a este despacho