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Por ISABEL DEBRE undefined
BUENOS AIRES (AP) — Los argentinos que salieron a las calles para celebrar que su selección se proclamó campeona la Copa América la madrugada del lunes por la madrugada viven una sensación muy diferente a la de hace 19 meses, cuando millones festejaron la consagración de la Copa del Mundo en la misma plaza de Buenos Aires.
“Épico”, dijo Diego Cáceres, de 38 años, sobre las multitudinarias celebraciones el 18 de diciembre de 2022.
“Esto está re lindo, también”, añadió sobre el encendido de fuegos artificiales en la plaza de la capital donde se alza el monumento del Obelisco tras la victoria 1-0 ante Colombia en tiempo extra para conquistar su tercer gran título internacional consecutivo. “Pero es una frutilla de la torta, o un flash. Me dan ganas de volver en el tiempo.”
La crisis económica ha asfixiado a Argentina durante años, pero hoy la inflación anual supera el 270%. Casi el 60% de los 45 millones de habitantes del país viven en la pobreza. Esta semana, los cintillos de los canales de televisión daban cuenta que el peso había alcanzado nuevos mínimos frente al dólar.
Cuando Cáceres festejó en 2022 el triunfo de la selección, trabaja de cocinero en varios restaurante y alquilaba un departamento. Hoy, según dijo, está desempleado y duerme en la calle.
“Todo está mucho peor ahora. Justo cuando crees que las cosas no pueden ser más caras, lo son”, dijo Cáceres.
Algunos bromean diciendo que pagaron un precio alto en Qatar por su primer campeonato mundial desde 1986, señalando las crisis que siguieron al triunfo.
“Es nuestro mejor entretenimiento, eso es lo que lo hace tan importante”, dijo Erika Maya, de 47 años, madre de seis hijos de 47 años y que no tiene hogar, mientras observada el partido a través de la ventanas cerradas de un restaurante. “Puedes olvidarte de todo lo que está pasando y disfrutar”.
Pero los argentinos dicen que necesitaban la Copa América no como un logro, sino como un escape de la realidad, encontrando un respiro en ver a su selección nacional, liderada por Lionel Messi.
“El fútbol es la fruta de nuestra sociedad, es de lo que nos enorgullecemos, es lo que le damos al mundo”, dijo Fabrizo Díaz, un soldado de 21 años quien siguió el partido junto a su novia.
Cuando comenzó el partido en el Hard Rock Stadium de Miami, Buenos Aires quedó en silencio con la mayoría de los argentinos esclavizados por sus televisores en casa. La posibilidad que Messi pueda estar disputando sus últimos partidos con la selección ha intensificado la fiebre del fútbol en las últimas semanas.
Las persistentes lesiones del capitán han llamado más la atención que sus actuaciones durante esta Copa América. El delantero de 37 años, que salió lesionado en la final, ha respondido que vive el “día a día” con la selección cuando le han preguntado sobre su futuro con el equipo nacional
“Va a continuar. No sé si el próximo Mundial (en 2026), pero esto no es el final para él… Seguramente. O sea, ojalá. Espero que sí”, dijo Adrián Vallejos, quien vio la final junto a su esposa e hijo. “Por Dios, jalá que no nos contradiga.”
Después de años de decepciones en los torneos internacionales, Argentina ha conquistado un título tras otro (Copa América 2021, Finalissima 2022, Copa del Mundo 2022), entusiasmando a su país una y otra vez.
En el centro de Buenos Aires, escenario de tantas protestas en las últimas semanas, el orgullo nacional pareció restaurado. Amigos y desconocidos envueltos en banderas y camisetas argentinas se abrazaron y saltaron, algunos cantando “Muchachos”, otros coreando el nombre de Messi.