Sube a 10 cifra de muertos en ataques insurgentes en noroeste de Pakistán

Por RIAZ KHAN Associated Press
PESHAWAR, Pakistán (AP) — Insurgentes atacaron a primera hora del viernes un cuartel de la policía regional y dos puestos militares en el noroeste de Pakistán, tiroteos en que murieron cinco agentes de seguridad y cinco milicianos, informaron la policía y las fuerzas militares.
Los incidentes se produjeron tres días después que un suicida impactó su coche bomba contra la puerta principal de una comisaría en la misma región y otros cinco abrieron fuego en un atentado que dejó 23 agentes muertos, el peor ataque del este año contra fuerzas de seguridad paquistaníes.
El jefe de la policía local, Iftikhar Shah, dijo que tres agentes fueron “martirizados” y otros tres resultaron heridos en un ataque contra su cuartel general en la localidad de Tank, en Dera Ismail Khan, mientras que un total de cinco agresores fallecieron en los enfrentamientos.
Horas después, el Talibán de Pakistán atacó también un puesto militar en la región noroccidental de Khyber, en la frontera con Afganistán, y mató a dos soldados e hirió a cinco más, explicó Salim Khan, un agente de la policía local.
Nadie se atribuyó de inmediato la autoría de los atentados del viernes, pero es posible que las sospechas recaigan en el Talibán paquistaní, conocido como Tehreek-e-Taliban Pakistan o TTP.
El grupo es independiente del Talibán afgano, aunque son movimientos aliados. En el país vecino, los talibanes asumieron el poder en agosto de 2021 coincidiendo con las últimas fases de la retirada de las tropas de Estados Unidos y la OTAN tras 20 años de guerra.
El atentado con coche bomba del martes fue reclamado por un nuevo grupo insurgente, Tehreek-e-Jihad Pakistani, que se cree que es una escisión del TTP.
Pakistán ha sido testigo de un repunte de los ataques insurgentes desde 2022, cuando el TTP puso fin a un alto el fuego.
El más letal fue en enero, cuando un suicida disfrazado de policía atacó una mezquita en la ciudad noroccidental de Peshawar y mató a 101 personas, en su mayoría agentes.
El incremento de la violencia ha tensado más las relaciones entre Pakistán y el gobierno del Talibán en Afganistán. Pakistán acusa al país vecino de cobijar a los líderes del TTP en su territorio, desde donde lanzan sus ataques.
Pakistán convocó al representante diplomático de Kabul en el país para protestar por el atentado del martes. El vocero del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, condenó el ataque y prometió investigarlo.