Las montañas de coches destrozados y abandonados por la riada en calles y autovías en Valencia se han convertido en una de las imágenes más repetidas del paisaje apocalíptico que ha dejado la DANA. Cerca de 100.000 vehículos entre turismos, furgonetas y camiones se han visto afectados por la gota fría, en lo ya representa uno de los mayores agujeros generados: casi 1.500 millones de euros en pérdidas según la estimación inicial realizada por la Generalitat Valenciana.
En su balance provisional para cuantificar el impacto y las ayudas que serán necesarias, esa es una de las mayores partidas recogidas por el Gobierno autonómico, por delante de los daños que estima en el comercio, que cifra en unos 1.400 millones de euros (incluyendo pequeño comercio, mercados municipales y centros comerciales); y hostelería , que sitúa en torno a los 200 millones.
El daño en vehículos particulares es el más elevado en número y en volumen económico, con 864 millones de euros, ante la magnitud de los coches que se declararán siniestro total. Pero también se han visto arrastrados e inutilizados más de 10.000 vehículos pesados, que se cifran en al menos otros 400 millones de euros.
Además, la Generalitat incluyó una primera valoración de 200 millones de euros para los daños provocados en los coches en stock en unos 40 concesionarios. Una cifra que podría quedarse corta, ya que según la propia patronal de distribución de automóviles Faconauto cuantifica en 490 millones de euros las pérdidas del sector, incluyendo también los vehículos industriales.
A la magnitud económica de la catástrofe se suma el drama que supone para los damnificados en las zonas más afectadas, ya que en localidades como Paiporta, Picanya, Sedaví o Algemesí la destrucción ha sido prácticamente total y conseguir un coche tras más de una semana de la DANA resulta una misión casi imposible.
Los 100.000 vehículos afectados en conjunto representan cerca del 60% del parque móvil total registrado en los 15 municipios valencianos de la zona cero, según los últimos datos de la DGT. En total, los algo más de 170.000 vehículos de esa zona, incluyendo motos, suponen el 10% del parque total matriculado de la provincia de Valencia.
Hay que tener en cuenta que las inundaciones y riadas también arrasaron con muchos vehículos que circulaban en autovías y carreteras, como la A 3 y la A 7, además de en algunos barrios y pedanías de la capital valenciana, que no se incluyen por no haber datos desagregados.
El sector del transporte, muy tocado
La falta de vehículos que ha dejado la DANA en una zona tan densamente poblada como el sur y el este del área metropolitana de Valencia es uno de los motivos por los que desde las patronales empresariales y desde la propia Administración autonómica se reivindica como una de las prioridades la puesta en marcha de ayudas para poder reemplazar sus coches más allá de lo que les cubra el Consorcio de Compensación. Un Plan Renove de urgencia, como ha llegado a bautizarlo la patronal autonómica CEV, que lo considera vital para tratar de recuperar el pulso de la actividad económica cuanto antes.
La falta de un medio de transporte en unas comarcas que aún tardarán en recuperar Cercanías y Metro es uno de los obstáculos para la vuelta a la normalidad. Un estudio de la Politécnica de Valencia esta semana incidía en que los vecinos de la zona cero ahora mismo consideran esa su mayor necesidad (para un 35%), para poder proveerse y acudir a su lugar de trabajo.
A ello se suma el fuerte impacto en un sector vital para todo el tejido productivo como el transporte. La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) estima que el temporal ha a afectado a cerca 50% del sector valenciano, además de arrasar nodos logísticos como el existente en torno a Ribarroja.
Desde la patronal sectorial también piden aplicar ciertas medidas ante el caos circulatorio que se está viviendo todos los días en las principales vías abiertas en torno al área de Valencia y sus accesos para asegurar el suministro del área metropolitana, en la que habitan más de 1,3 millones de personas.
Así, insta a habilitar corredores específicos mediante carriles dedicados al transporte pesado exclusivamente, en itinerarios debidamente ordenados en la ciudad de Valencia o en vías principales como la V-30 o V-31.También pide ampliar el horario permitido a la circulación de los vehículos pesados que existe actualmente, alternando en franjas horarias el tráfico privado de turismos y el tráfico de los vehículos pesados (por ejemplo, de 11,00 a 13,00 horas o de 16,00 a 18,00 horas).