Por CIARÁN FAHEY undefined
BERLÍN (AP) — Alemania ya no quiere héroes, quiere ganadores.
Los días en que la selección de Alemania realizaba gestos políticos en los torneos de fútbol parecen haber terminado. El entrenador Julian Nagelsmann afirmó que quiere que sus jugadores se concentren en jugar y dejen de lado las declaraciones políticas.
“Vimos en Qatar (en la Copa del Mundo 2022) que demasiados asuntos políticos pueden afectar a un equipo”, dijo Nagelsmann al canal NTV el martes. “Creo que todos hemos aprendido de eso y deberíamos aprender. Por eso tenemos expertos que se ocupan de estas cosas y deberían ocuparse de ellas. Nosotros somos expertos en deportes y nos ocupamos del deporte”.
Alemania se despidió a las primeras de cambio del Mundial de Qatar, un torneo marcado por las críticas al historial de derechos humanos del país anfitrión. Muchos aficionados alemanes pidieron boicotear el torneo — algunos bares en Berlín y más allá se negaron a mostrarlo— y tanto jugadores como políticos hicieron gestos en apoyo a la igualdad de derechos y la tolerancia.
La ministra alemana Nancy Faeser llevó un brazalete “One Love” al lado del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, mientras que los jugadores de Alemania se cubrieron la boca para la foto del equipo antes de su primer partido en el Mundial para protestar por la represión de la FIFA al brazalete, ampliamente visto como un gesto de reprimenda a Qatar.
Los comentarios de Nagelsmann el martes hicieron eco a las declaraciones la semana pasada del capitán Joshua Kimmich, quien expresó su arrepentimiento por los gestos del equipo en Qatar. “Restaron alegría al torneo”, dijo.
“No es nuestro trabajo expresarnos políticamente”, indicó Kimmich.
Los derechos humanos volverán al tapete, ya que Arabia Saudita está a punto de ser confirmada como sede de la Copa del Mundo 2034, en un congreso de la FIFA el 11 de diciembre. Arabia Saudí es el único candidato. El canal RTL informó que la federación alemana de fútbol votará a favor del reino como anfitrión a pesar de las críticas de sindicatos y grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y FairSquare.
Pero Nagelsmann dice que los problemas de derechos humanos no deberían preocupar a su equipo.
“Al final, no soy yo como entrenador ni nosotros como equipo quienes tomamos la decisión (del anfitrión del Mundial) sino que las decisiones se toman en áreas completamente diferentes, en diferentes esferas. No tiene tanto que ver con nosotros. Tenemos que prepararnos adecuadamente dondequiera que se celebre el torneo”, dijo Nagelsmann. “Creo que es obvio que no todo es perfecto en Arabia Saudí. Pero de nuevo, no nos corresponde a nosotros evaluarlo”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
La selección de Alemania busca centrarse en el fútbol y no en la política
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