El presidente francés Emmanuel Macron ofreció una cálida bienvenida a Donald Trump en París, reanudando su relación diplomática después de una pausa de cuatro años.
El encuentro se produjo en el marco de la celebración de la restauración de la Catedral de Notre Dame, un evento simbólico cinco años después del devastador incendio que casi destruye este emblemático monumento.
La visita de Trump generó una recepción protocolaria excepcional. En el Palacio del Elíseo, Macron desplegó la alfombra roja, realizando múltiples saludos y gestos de camaradería. Trump describió el encuentro como “un gran honor”, refiriéndose a su “gran relación” con el mandatario francés.
La visita contó con un despliegue de seguridad sin precedentes. Más de 20 agentes de seguridad franceses colaboraron con el Servicio Secreto estadounidense, incluyendo un vehículo policial especial con protección antidrones para garantizar la seguridad del convoy presidencial.
Ucrania y las relaciones internacionales sobre la mesa
El encuentro tuvo lugar en un momento crucial de la política internacional. Macron busca persuadir a Trump para mantener el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa. Las conversaciones abordaron temas geopolíticos complejos, incluyendo los conflictos en Oriente Medio y la situación global, que Trump describió como un mundo que “se ha vuelto un poco loco”.
Volodímir Zelenski también ha asistido a la reunión con Macron y ha coincidido con Trump. Los tres se han retratado antes de asistir a la reapertura de la Catedral de Notre Dame ya que celebrar a tener una reunión trilateral.
La relación entre Macron y Trump ha sido históricamente turbulenta. Durante el primer mandato de Trump, pasaron de un inicio cordial a tensiones significativas, especialmente tras las críticas de Macron sobre la postura de Trump hacia la OTAN. Sin embargo, el presidente francés fue uno de los primeros líderes mundiales en felicitar a Trump tras las recientes elecciones.