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Por MELANIE LIDMAN Associated Press
JERUSALÉN (AP) — El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu realizó el jueves una visita sorpresa a las tropas en el sur de la Franja de Gaza y afirmó que era esencial que Israel mantuviera el control de una porción del territorio a lo largo de la frontera con Egipto, pocos días antes de pronunciar un discurso ante el Congreso de Estados Unidos.
En sus comentarios en Rafah, la ciudad más al sur del enclave, Netanyahu dio un tono triunfalista a la campaña contra Hamás y subrayó las diferencias que aún persisten en los intentos de alcanzar un cese del fuego, que llevan meses en marcha.
Una propuesta de acuerdo respaldada por Estados Unidos exige una retirada total de Israel de Gaza a cambio de la liberación total de los rehenes por parte de Hamás, algo que parece contradecirse si Israel sigue controlando el paso fronterizo de Rafah y la cercana franja fronteriza.
La visita de Netanyahu a Rafah fue anunciada pocas horas después de que el ultraderechista ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, visitó el jueves el lugar más sagrado de Jerusalén, un gesto que amenazaba las conversaciones sobre un cese el fuego en Gaza.
Ben-Gvir, un líder colono ultranacionalista, dijo que había acudido al complejo de la mezquita de Al-Aqsa, situado en lo alto de una colina en Jerusalén, para rezar por el regreso de los rehenes “pero sin un acuerdo imprudente, sin rendición”.
La iniciativa amenazaba con descarrilar las delicadas conversaciones para buscar un cese al fuego en la guerra entre Israel y Hamás iniciada hace nueve meses. Los negociadores israelíes aterrizaron el miércoles en El Cairo para continuar las negociaciones.
Las tensiones en el sitio han avivado rondas anteriores de violencia. El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino condenó la visita de Ben-Gvir y señaló que se trataba de una “intrusión provocdora” que ponía en peligro el frágil status quo en torno al recinto de Jerusalén, venerado por los judíos como el Monte del Templo y por los musulmanes como Haram al-Sharif, lugar sagrado e importante símbolo nacional.
Las visitas de ambos dirigentes se produjeron horas después de que el Parlamento israelí aprobara por abrumadora mayoría una resolución de rechazo a la creación de un Estado palestino. La votación, en una sesión nocturna que se prolongó hasta el jueves por la mañana, fue en gran medida simbólica y pretendía enviar un mensaje antes del viaje de Netanyahu a Estados Unidos.
La oficina de Netanyahu anunció su visita a Rafah solo después de que el primer ministro salió del territorio palestino. Las fuerzas israelíes invadieron Rafah a principios de mayo, obligando a huir a la mayoría de los 2 millones de palestinos refugiados allí. Rafah, antaño un punto de entrada crucial para la ayuda humanitaria, es ahora una polvorienta ciudad fantasma llena de edificios de apartamentos acribillados a balazos, con paredes reventadas y ventanas destrozadas. Quedan muy pocos civiles, a pesar de que la operación terrestre continúa.
Netanyahu recorrió el paso fronterizo de Rafah con Egipto y, desde un mirador, vio el corredor Philadelphi, una estrecha franja que recorre el lado de Gaza de la frontera con Egipto. El ejército israelí se hizo con el control de ambos al principio del asalto a Rafah, y afirma que desde entonces las tropas han descubierto túneles de contrabando de Hamás hacia Egipto.
Netanyahu dijo que sus conversaciones con las tropas y los comandantes le habían “fortalecido la convicción de que nuestro control del corredor Philadelphi y del cruce de Rafah son esenciales en el futuro”, dijo su oficina en un comunicado.
Los dirigentes israelíes han señalado que la operación de Rafah está a punto de concluir, un paso que se espera conduzca a una nueva fase de la guerra de menor intensidad y que podría mejorar las condiciones para un alto el fuego. Israel ha afirmado anteriormente que Rafah era el último bastión importante de Hamás en Gaza.
Pero sigue habiendo diferencias en las conversaciones sobre el acuerdo en tres fases, que comienza con el cese de los combates y la liberación parcial de rehenes. Según el borrador, el acuerdo debe conducir al fin de la guerra y a la retirada completa de Israel, una de las principales exigencias de Hamás para la liberación total de los rehenes. Pero también dice que las dos partes deben negociar las condiciones para ello durante la fase inicial del alto el fuego. Hamás quiere garantías más sólidas, mientras que Israel ha sugerido que exigirá la salida de Hamás del poder en esas negociaciones.
En sus comentarios en Rafah, Netanyahu también dijo que Israel exige la liberación de “un número máximo de rehenes” en la primera fase. Es probable que esto alimente las sospechas de Hamás de que su objetivo es liberar al mayor número posible de rehenes para luego reanudar la lucha.
Al menos 11 personas murieron antes del amanecer del jueves en ataques israelíes en el centro de Gaza, según hospitales y el organismo de Defensa Civil gestionado por Hamás. Al menos dos niños y dos mujeres murieron en bombardeos contra una casa y un auto.
En las últimas semanas, Israel ha incrementado los ataques en el centro de Gaza, donde se han refugiado muchos palestinos para huir de los combates en el maltrecho territorio. El ejército israelí dijo que había atacado a un comandante de alto nivel de las fuerzas navales del grupo armado palestino Yihad Islámica en Ciudad de Gaza, y a otro comandante de Yihad Islámica responsable de lanzamiento de proyectiles en la ciudad de Shejayiah.
De pie ante la cúpula dorada de la mezquita de Al-Aqsa, Ben-Gvir dijo que estaba “rezando y trabajando duro” para garantizar que Netanyahu no cede a la presión internacional y continuará con la campaña militar en Gaza. Ben-Gvir ha visitado el sitio frecuentemente durante momentos complicados, desencadenando críticas. La última vez que visitó el lugar fue en mayo para protestar por el reconocimiento de varios países a un estado palestino.
Como ministro de seguridad, Ben-Gvir supervisa a la fuerza policial del país. Como socio clave de la coalición de gobierno, Ben-Gvir también tiene el poder de despojar a Netanyahu de su mayoría parlamentaria y tratar de forzar elecciones anticipadas.
Ben-Gvir ha utilizado su influencia para impulsar proyectos personales e instar a Netanyahu a seguir adelante con la guerra en Gaza ante un clamor de que alcance un acuerdo de alto el fuego que lleve a casa a los rehenes.
El ministro ha sido condenado ocho veces por delitos como racismo y apoyo a organización terrorista. Cuando era adolescente, sus opiniones eran tan extremas que el ejército le vetó del servicio militar obligatorio.
El viernes, la Corte Internacional de Justicia de la ONU tiene previsto emitir una opinión consultiva sobre la legalidad de la ocupación israelí de 57 años en los territorios palestinos, un caso jurídico en curso que no está relacionado con la actual guerra entre Israel y Hamás.
Israel también dijo que había matado a un comandante de alto nivel afiliado a Hamás y otros grupos armados en Líbano. En un comunicado, Sunni al-Jamaa al-islamiya, o el Grupo Islámico, le identificó como Mohammad Hamed Jabbara y dijo que había muerto en un ataque en la zona occidental de Bekaa, en Líbano, cerca de la frontera siria. El ejército israelí describió a Jabbara como un agente de Hamás en Líbano que ayudaba a coordinar los ataques de Grupo Islámico contra el norte de Israel.
La guerra en Gaza, que comenzó con el ataque de Hamás del 7 de octubre contra el sur de Israel, ha matado a más de 38.600 personas, según el Ministerio de Salud del territorio, que no distingue entre civiles y combatientes en su conteo. La guerra ha creado una catástrofe humanitaria en el enclave palestino costero, desplazado a la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes y provocado un hambre generalizada.
El ataque de octubre de Hamás mató a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y los milicianos se llevaron a unos 250 rehenes. Unos 120 siguen en cautiverio, de los que se cree que en torno a un tercio han muerto, según autoridades israelíes.
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El periodista de Associated Press Kareem Chehayeb en Beirut contribuyó a este despacho.