El primer  y ultimo grito: “Libertad”

En el Seno de la Asamblea Nacional este martes pasado aprobamos un acuerdo para conmemorar el 19 de abril de 1810.
De no ser por un llamado de atención que hizo el presidente de la Asamblea, para corregir una imprecisión histórica en el acuerdo, todo hubiese pasado, por lo menos para mí, por debajo de la mesa; porque el discurso chavista, ya en dos años y algo más, me lo sé de memoria.
Lo que hubo en esa fecha, fue un “grito de libertad”, y no la firma del acta de independencia, hoy 213 años después seguimos gritando y exigiendo libertad.
Aquel grito histórico fue para liberarnos de una colonia, e iniciar el camino de la construcción de una república, que aún no termina de cuajar.
No puede haber una verdadera república, mientras haya pobres, hoy más pobres por cierto, que los que había en 1998; cuando este experimento socialista hurgó la mente de los venezolanos, y ¡vaya por donde vamos!
Gritos por hambre, por falta de buenos hospitales y escuelas, gritos cuando se nos muere un conocido o familiar necesitando un corazón, riñón o médula ósea, que ya no se hacen o muy pocos en el país.
No hay duda que seguimos pegando gritos para conseguir un buen empleo, o mejores salarios o pensiones. Gritos han pegado los maestros y docentes universitarios por tratar de ser escuchados por el gobierno venezolano para mejorar sus condiciones de vida. Hoy justamente mientras escribía este artículo de opinión, buena parte de Valencia no tenía luz, e iban como 6 horas sin el vital servicio. Apagones que prometen ser más frecuentes y duraderos. Además se accidenta otra vez mi vehículo por dañarse nuevamente la pila de la bomba de gasolina, y cuando el mecánico me mostraban las condiciones de la pila y el filtro, provocaba también pegar otro grito. Gasolina de la peor, sí es que se puede llamar a eso gasolina, nos ponen a nuestros carros, en un país petrolero.
No estoy muy seguro, si aquel patriota que pego aquel grito de libertad e independencia en 1810, se imaginaría siquiera por lo que 213 años después pasaríamos sus “compatriotas”. Estoy casi seguro, que no hubieses gritado, se habría hecho el loco y quizás silbado, mirando para otro lado.
¿Libertad para que?
Para padecer las malas políticas públicas de un gobierno que buena parte de su mandato, le echo la culpa a los gobiernos antecesores y ahora a las “medidas coercitivas unilaterales” Nunca encuentra en sí mismo sus propios errores o desvíos. Siempre hay alguien a quién culpar, y como están en días prelectorales gritan también para desviar la atención de los verdaderos problemas del país, que ya sin duda, no es culpa de nadie más, si no de ellos mismos.
Habría valido la pena aquel grito independentista, si de verdad llegará un gobierno, que sin odios, ni rencores, inicie la verdadera construcción de la republica. Que sea capaz de brindarle a los venezolanos la mayor suma de felicidad posible. Mientras eso llega, nos toca seguir gritando por la “Libertad” como la primera vez, por el gobierno de los justos.