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El gobierno de Panamá confirmó este miércoles 10 de julio del 2024 el cierre de entre cuatro y cinco pasos irregulares en la frontera con Colombia, específicamente en la peligrosa selva del Darién. Esta medida tiene como objetivo principal proteger la seguridad de los migrantes, quienes se exponen a diversos riesgos durante su travesía, incluyendo asaltos por parte de grupos criminales que operan en la zona.
Las autoridades panameñas buscan canalizar el flujo migratorio a través de un “paso humanitario” designado, lo que les permitirá brindar mayor protección y asistencia a los migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Cabe destacar que este cierre se produce en un contexto de alto flujo migratorio por la selva del Darién. Este cierre es una promesa de campaña del nuevo presidente Mulino, de Panamá. En lo que va del año 2024, más de 195.000 personas han cruzado irregularmente esta zona, la mayoría de ellas venezolanas. Esta cifra representa un aumento significativo en comparación con el año 2023, cuando el número de migrantes superó los 520.000.
La decisión del gobierno panameño ha generado diversas reacciones. Algunos sectores la apoyan, considerando que es una medida necesaria para garantizar la seguridad tanto de los migrantes como de los habitantes de la región. Otros, por su parte, han expresado preocupación por el impacto que esta medida podría tener en la vida de los migrantes, quienes podrían verse obligados a tomar rutas aún más peligrosas.
Es importante mencionar que el gobierno de Panamá ha establecido un acuerdo con Estados Unidos para recibir seis millones de dólares destinados a financiar la repatriación de migrantes irregulares.
El cierre de los pasos irregulares en el Darién es un tema complejo que genera diversas opiniones. Es importante seguir de cerca la situación y las medidas que se implementen para garantizar la seguridad y el bienestar de todas las personas involucradas.
